Científicos del Centro de Investigación en Materiales Avanzados (Cimav) unidad Durango crearon un dispositivo que utiliza energía solar que descontamina el agua para librarla de microorganismos patógenos y elementos tóxicos como el arsénico y el flúor.
María Teresa Alarcón, investigadora del Cimav, explicó que en las zonas más áridas de México el agua para consumo humano proviene de pozos con concentraciones muy altas de ambos elementos químicos.
Actualmente se trabaja en el desarrollo de tecnología para la descontaminación del agua a través de un proceso denominado desalinización térmica, basado en los fenómenos físicos de evaporación y condensación.
“La desalinización solar térmica consiste en hace pasar, en contraflujo, aire caliente de tal manera que este arrastre el agua, y como está caliente, la evapora, entonces el aire se satura de agua y se forma una nube que la condensa; al condesarse, los contaminantes se quedan abajo del recipiente y el agua que se obtiene ya está descontaminada y desinfectada”, explicó la investigadora.
El sistema de desalinización térmica es muy económico si se compara con el proceso tradicional de desalinización que requiere altas temperaturas y que prácticamente lo hace incosteable para muchas poblaciones, agregó Alarcón.