La Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial (PAOT) alertó sobre la importancia de proteger el bosque de agua, ya que los próximos años podría desaparecer a causa del crecimiento de la mancha urbana del Distrito Federal.

De acuerdo con estudios de la Academia, la mancha urbana avanza a un ritmo de casi una hectárea diaria en los últimos sesenta años.

Miguel Ángel Cancino, titular de la PAOT, explicó que Bosque de Agua es una iniciativa que abarca la zona del Valle de México y por lo que se refiere al DF involucra el suelo de conservación así como algunas áreas en suelo urbano, fundamentalmente la zona de barrancas.

Al respecto señaló que la pérdida de bosque puede incrementar la merma de zonas de recarga tanto en la ciudad como en el área metropolitana.

Por ello dijo “para contrarrestar esta situación es necesario generar una política de carácter metropolitano que determine específicamente que hacer en el Valle de México para mantener los servicios ambientales que prestan estas áreas, como el agua”, detalló el funcionario.

De acuerdo con Cancino es tiempo de revisar el tema del suelo urbano debido a que el ordenamiento ecológico en el Distrito Federal tiene que trascender por lo que subrayó “estamos en muy buen momento para que este tipo de iniciativas alimenten procesos de toma de decisiones”.

A partir de conocimiento técnico, científico e iniciativas la PAOT buscará hacer sinergias con otras autoridades como la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema), Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec) y Comisión de Recursos Naturales.

Estas instancias aportan recursos a los propietarios en suelo de conservación, los cuales se pueden destinar a diversas actividades agrícolas.

En tanto, Jurgen Hoth, maestro en ciencias, precisó que hay posibilidades de crear un bosque de agua exitoso en la megalópolis sobre todo si se considera que 70% de la región está conformado por áreas naturales protegidas.

El especialista señaló la necesidad de fortalecer a las comunidades localizadas en la capital del país y que están cuidando sus propios recursos, para ello es necesario crear mecanismos de reciprocidad hacia estas comunidades que velan nuestro abastecimiento de agua.