Expertos en medio ambiente urgen a las autoridades capitalinas a crear un atlas de riesgo del Distrito Federal y con base en éste etiquetar recursos específicos para el cambio climático, como parte de los peligros que vive la capital.

Al respecto, Eduardo Sánchez Anaya, presidente de la Unidad Nacional de Asociaciones de Ingenieros, explicó que “cada estado del país está obligado a tener su propio atlas de riesgo, el cual debe ir acompañado de una ley que lo ligue al riesgo ambiental de su zona”.

Durante el anuncio de dos foros sobre Desarrollo Sustentable y Cambio Climático, que se llevarán a cabo en la ciudad de México y Oaxaca, y cuyas conclusiones se harán llegar a la Cumbre Mundial COP20, en diciembre próximo, el especialista dijo que en el anterior sexenio capitalino se comenzó a elaborar el atlas, pero quedó inconcluso.

Explicó “que el anterior jefe de gobierno en colaboración con el Instituto Politécnico Nacional comenzó a elaborar dicho mapeo y que a la fecha el Distrito Federal aún carece de éste”.

Sobre la necesidad de que la capital debe tener una ley de riesgo ambiental, dijo que a través de ésta se evitaría la construcción de inmuebles sin medida, lo que implica un mayor trabajo legislativo.

“Las autoridades de las delegaciones hacen lo que se les pega en gana, sin considerar que en varias demarcaciones hay cavernas y aun así construyen edificios”, acusó.

Señaló que “la capital del país enfrenta serios problemas de cambio climático, como la extracción del agua del suelo capitalino, acción que genera hundimientos y asentamientos, por lo que en cinco años la situación podía empeorar”.

Dijo que se debe tomar en cuenta que 28% del líquido que se consume en el Distrito Federal llega del Cutzamala, mientras que 62% se extrae de pozos que hay en la ciudad.

Sánchez Anaya urgió a crear una política de planeación en el Distrito Federal, y reiteró “los baches y la falta de pavimentación son generadoras de emisiones de gases de efecto invernadero”.

Admitió que las autoridades del Distrito Federal hacen mediciones en el caso del Metrobús, pero no de las consecuencias de baches y una deficiente pavimentación en la ciudad; sugirió generar un programa integral para el tema de los catalizadores, pero para todos los vehículos y no para unos cuantos.