Sonora.- En medio de una crisis hídrica por la acumulación de más de 13 años de sequía, a lo que se sumó la reciente contaminación del Río Sonora, responsabilidad de la minera Grupo México, el gobernador del estado, Guillermo Padrés, hace su guardadito de agua para su familia.

De acuerdo con un reportaje transmitido la noche del jueves en el programa Punto de Partida que conduce Denisse Maerker, desde hace tres años la comunidad de Bacanuchi vive en una sequía extrema porque el agua del río Manzanal, de la que se abastecían, fue prácticamente cooptada por una presa construida en el rancho Pozo Nuevo, propiedad del gobernador, de su hijo, así como de uno de sus hermanos y su sobrino.

El rancho Pozo Nuevo –de tres mil 670 hectáreas- se encuentra a cinco kilómetros de Bacanachi, poblado de 248 habitantes que se dedican a la agricultura y la ganadería.

La presa construida dentro de esta propiedad tiene una cortina de 120 metros de largo por 80 metros de ancho, y una capacidad de almacenamiento de cuatro millones de metros cúbicos de agua que alcanzarían para abastecer de agua a 11 mil personas.

“Pues tiene más de 60 años (el rancho), debe de tener mucho más que eso porque cuando compró el rancho mi padre pues ahí estaba (la presa). Con mucho gusto hacemos lo que tengamos que hacer, lo reviso o si hay que hacer algún trámite lo hacemos y si hay que hacer alguna gestión pues con mucho gusto la atendemos, hay que estar dentro de la ley”, afirmó el mandatario estatal.

Sin embargo, la delegación de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) desmintió dicha afirmación y, además, acusó que dicha obra es ilegal.

“No hemos encontrado ninguna solicitud que se haya hecho para construir esa obra, esa obra está en el terreno de la ilegalidad”, aseguró César Alfonso Lagarda, delegado de Conagua en el estado.

La presa que tiene la finalidad de almacenar agua para regar 300 hectáreas de nogal, tampoco contó con un permiso por parte de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

“No tenemos ningún registro en la delegación donde se haya solicitado algún tipo de trámite para hacer ninguna obra de presa, no. Ningún manifiesto de impacto ambiental que es lo que se requeriría en ese caso”, recalcó Jorge Andrés Suilo Orozco, delegado de la Semarnat en Sonora.   

De acuerdo con habitantes de Bacanachi, el rancho Pozo Nuevo, registrado a nombre de Guillermo Padres Elías (gobernador), Guillermo Padrés Dagnino (hijo), Miguel Padrés Elías (hermano) y Miguel Padrés Molina (sobrino), ha prosperado gracias a la presa.

Por si fuera poco, en julio de 2011 durante la administración federal del también panista Felipe Calderón, la Conagua otorgó seis títulos de concesión a los propietarios del rancho Pozo Nuevo para utilizar y aprovechar el agua del subsuelo por un periodo de 30 años.

Con lo anterior, la propiedad del gobernador sonorense tiene un potencial de volumen de agua de dos millones 888 mil metros cúbicos anuales. En tanto que los pobladores de Bacanachi no cuentan con permisos para abrir pozos.

Según las coordenadas en las que se encuentra la propiedad, hace seis años, no existía ninguna presa en la zona, fue hasta 2012 cuando por medio de los sistemas satelitales se encontraron registros de la obra.

…pero demandará por contaminar Río Sonora

Mientras la presa en la propiedad del gobernador deja sin agua a una comunidad, su administración anunció que presentará dos demandas, una civil para que se cubran los daños que han pagado y otra penal por delitos contra la ecología, daños y lo que resulte, en contra de Grupo México.

De acuerdo a la orden, la primera demanda será del aspecto civil y se busca ‘repetir’, según términos legales, los daños que el gobierno ha pagado a cuenta de la empresa de la que afirmó alcanza una suma cercana a los 120 millones de pesos.

La segunda demanda, que también debe presentarse en no más de cinco días, será penal e involucra delitos contra la ecología, daños, lo que resulte y contra quien resulte, para obviar que en todo caso será la compañía minera la única señalada por derramar 40 mil metros cúbicos de ácido sulfúrico en el río.