Hermosillo, Son. El gobernador de Sonora, Guillermo Padrés Elías, dijo que los delegados federales de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) sabían desde antes del 6 de agosto de las irregularidades en el manejo de contaminantes en la mina Buenavista del Cobre, del Grupo México, y por “omisión o encubrimiento” no actuaron para evitar el desastre ecológico en el río Sonora.

Por ello, el mandatario estatal exigió la renuncia del titular federal de la Profepa, y anunció que los delegados de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Nautrales (Semarnat) y de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), fueron expulsados del Comité Estatal de Operación de Emergencias, que atiende el caso de la contaminación en el río Sonora.

El mandatario aseguró que dichos funcionarios federales han actuado con fines electorales durante la emergencia y que desde antes del 6 de agosto sabían de las irregularidades en el manejo de contaminantes en la mina Buenavista del Cobre -filial de Grupo México- y por omisión o encubrimiento no actuaron para evitar el desastre ecológico, por lo que “ya no serán bien recibidos” en las reuniones del comité, y pidió al gobierno federal mandar otros representantes.

“El gobernador del estado es el presidente de este comité, y estos delegados federales (César Lagarda Lagarda, de la Conagua; Jorge Andrés Suilo Orozco, de la Semarnat, y Jorge Carlos Flores Monge, de la Profepa) ya no serán bien recibidos”, puntulizó Padres Elías, de extracción panista.

En entrevistas con un programa televisivo, dichos funcionarios acusaron al gobernador sonorense de violar la ley al construir un represo en el rancho Pozo Nuevo, en la comunidad de Bacanuchi, municipio de Arizpe, lo que el mandatario niega que se haya hecho fuera de la ley.

En tanto, el rector de la Universidad de Sonora, Herbierto Grijalva Monteverde, aseguró que la contaminación del río Sonora, provocada por las actividades mineras en Cananea, ya tiene décadas, y advirtió que será complicado determinar cuáles de los daños causados a la naturaleza y a las aguas subterráneas fueron generados en el más reciente derrame de 40 millones de litros de tóxicos.

Los contaminantes generados por Grupo México, dijo, se han acumulado durante décadas.