A partir de 1998, con la presencia del fenómeno El Niño, la región experimentó sequía e incendios forestales

MÉXICO, DF.- A fin de conservar la Reserva de la Biósfera de la Sierra Gorda de Guanajuato, alumnas del Seminario de Biodiversidad y Cambio Climático del Colegio de Geografía de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM presentaron diversas estrategias.

Lourdes Bello Mendoza, una de las tres estudiantes que realizan el trabajo, asesorado por Leticia Gómez Mendoza, consideró que formular escenarios del cambio climático permite cuantificarlo y proponer medidas para el manejo de áreas naturales protegidas.

En un comunicado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la geógrafa confió en que impulsarán acciones para conservar el área y actividades educativas y de divulgación.

Recordó que esa reserva fue creada por decreto en febrero de 2007 y se ubica en los municipios de Xichú, Victoria, Atarjea y Santa Catarina, al noroeste del estado, colinda con San Luis Potosí y Querétaro, y difiere de la última entidad en el aspecto político, aunque son ecológicamente similares.

A su vez, Dulce Abigail Cruz Torres, otra de las participantes en la investigación, se refirió a los aspectos sociales, biológicos y naturales del sitio.

Comentó que a partir de 1998, con la presencia del fenómeno El Niño, la región experimentó sequía e incendios forestales. En esa época apareció la plaga del gusano descortezador mexicano que ha afectado al pino piñonero en Atarjea.

Sobre las problemáticas socioeconómicas, expuso que la mayoría de la población se encuentra en marginación, lo que contribuye a que tenga ingresos económicos bajos.

En tanto, Marisol Reyes presentó Estrategias de adaptación, trabajo que busca identificar acciones que contribuyan a reducir la vulnerabilidad actual y futura para una mejor racionalidad ante el cambio climático.

Al respecto, indicó que es vital formular estrategias para conservar los bosques, zonas para la recarga de los mantos acuíferos, pues el agua es escasa en la región y advirtió que abrir espacios a la minería dañaría estos reservorios y si a ello se suma el cambio climático, sus efectos serían más graves.

Observó que la causa principal de la pérdida forestal es el desmonte para actividades agrícolas, así como los incendios y la tala ilegal, toda vez que ese impacto acarrea no sólo pérdida de recursos, sino efectos en la población como pobreza y emigración.

La máxima casa de estudios del país dio a conocer que el eje de la investigación se centra en concebir modificaciones del área en el contexto del cambio climático y la vulnerabilidad actual.