Sao Paulo, 23 abr (EFE).- Con una enquistada sequía que sigue azotando al sureste brasileño y con "colapso" de abastecimiento de agua en los estados del nordeste, lasinstituciones del gigante suramericano recurrieron hoy a la experiencia de otros países para recoger ideas y tratar de paliar la crisis hídrica.
"Brasil tiene gran capacidad técnica y científica" para afrontar esta "grave situación", aseguró la ministra de Medio Ambiente, Izabella Teixeira, a los medios tras inaugurar el seminario 'Gestión del Agua en Situaciones de Escasez', que durante dos días reúne en Sao Paulo aespecialistas en la materia.
El objetivo del encuentro es, según Teixeira, enfrentar "la experiencia brasileña cara a cara con la internacional" y tratar de solucionar así una de las peores crisis hídricas de la historia del país, cuyo foco está en el estado de Sao Paulo, el más rico y poblado.
Para la titular de Medio Ambiente, "Brasil sufre un gran desperdicio de agua", de modo que el principal reto pasa por "una mayor eficiencia en la distribución del agua para irrigación y para el uso industrial".
No obstante, señaló, "el problema no es sólo del uso que hace la industria, sino de cómo llega el agua a los hogares" ya que, en su opinión, "las personas degradan las nacientes (de los ríos) y piensan que eso no tiene consecuencias".
La crisis hídrica del sureste tiene en estado de alerta a los estados de Sao Paulo, Río de Janeiro, Minas Gerais y Espírito Santo.
El sistema de embalses Cantareira, que abastece a 6,5 millones de personas -un tercio de la región metropolitana de la capital paulista-, llegó a utilizar la segunda cota del llamado "volumen muerto", una reserva técnica adicional de los reservorios.
Por otro lado, más de cincuenta municipios del siempre árido noreste sufren un "colapso" de abastecimiento de agua como consecuencia de la sequía que afecta a una parte del país, en escenario que puede agravarse todavía más en los próximos meses, una vez finalizado el período de lluvias.