36 millones de personas en América Latina, y 748 personas en todo el mundo se enfrentan a la escasez diaria del agua.
En Brasil, por ejemplo, habitantes de Rio Grande do Norte, deben decidir si las diez latas de agua a las que tiene derecho cada familia serán usadas "para cocinar y lavar platos, o bañarse y lavar la ropa", según informa la página web del diario español El País. Hay quienes se quejan -o se jactan- de no haberse dado una sola ducha durante toda su vida, básicamente por la falta del vital líquido.
La sequía en este país de América ha provocado una baja en las actividades económicas. En la localidad mencionada, el Ejército debe llevar agua para las necesidades diarias de las familias.
Inclusive, los habitantes brasileños deben aprender a utilizar las "aguas grises", consistentes en el agua después de una ducha o de la descarga del inodoro.
Una iniciativa en el año 2010 llevada a cabo en varios municipios de Rio Grande do Norte permitió que 53 mil familias tuviesen acceso a agua potable, y que así aumentara en un 30% el ingreso familiar.