EFEverde.- El Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 destacó hoy en una rueda de prensa que, ante la actual crisis hídrica que afecta a Brasil, se va a promover la economía en el uso del agua durante las competiciones.

Una de las prioridades de los organizadores de Río 2016 frente a la sequía, la más grave en varias décadas y que ya ha provocado cortes de agua en algunas poblaciones, es minimizar el impacto que la celebración de los JJ.OO pueda tener en los recursos hídricos. 

Según el responsable de prensa de Río 2016, Mario Andrade, se están buscando diversas formas de “economizar” los recursos, pese a que este objetivo pueda suponer una mayor inversión en infraestructuras, como baños y duchas que ayuden a racionalizar el consumo.

Andrade puso como ejemplo de esta política el campo de golf que se está construyendo en la ciudad, que acogerá las primeras pruebas olímpicas de esta categoría y que contará con sus propios recursos hídricos para, en ningún caso, utilizar agua apta “para el consumo humano”.

Con este objetivo, señaló Andrade, “el agua para su mantenimiento será la que se acumule en pequeños pozos que se han construido”.

Los embalses bajo mínimos
La sequía que desde el año pasado azota a la región sudeste de Brasil se agrava cada día más debido a la falta de lluvias, con situaciones especialmente delicadas en los embalses que abastecen las ciudades de Sao Paulo, Río de Janeiro y Belo Horizonte, las mayores regiones metropolitanas del país.

Las dos principales represas utilizadas para abastecer de agua a Río de Janeiro están actualmente en niveles mínimos y los operadores están usando las reservas técnicas de las reservas para mantener el suministro, pero las autoridades no descartan un posible racionamiento.

Tratamiento de aguas residuales
Respecto a la actual situación de contaminación que sufre la Bahía de Guanabara, puerta de entrada del puerto de Río de Janeiro y donde se disputarán las competiciones de vela durante los Olímpicos, Andrade reafirmó el compromiso de las autoridades de que hasta el 2016 sean tratadas 80 % de las aguas residuales que son vertidas allí.

Para ello, dijo, se está trabajando en la construcción y ampliación de plantas de tratamiento de aguas residuales, por lo que el  Comité Organizador está convencido de poder “garantizar” tanto la salud de los deportistas como la correcta disputa de las pruebas que se celebren en aguas abiertas.