SÃO PAULO, 30 Ene. (EUROPA PRESS) - El gobernador de São Paulo, Geraldo Âlckim, ha dicho este viernes que no hay ninguna decisión tomada en relación a la implantación del racionamiento de agua en este estado, gravemente afectado por una crisis hídrica sin precedentes.

Âlckim se ha reunido con la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y varios ministros para abordar la situación, y en sus primeras declaraciones tras el encuentro ha optado por desautorizar en parte a la empresa que gestiona el abastecimiento de agua, la Sabesp, que esta semana aseguró que si sigue sin llover podría haber cortes de agua cinco días a la semana.

También ha asegurado que se están distribuyendo gratuitamente cisternas a las familias con menos recursos y que en principio la intención es no utilizar la tercera reserva técnica del sistema Cantareira, una de las principales reservas de agua de São Paulo, que ahora ya se encuentra en el segundo nivel del 'volumen muerto'.

La gestión del agua en Brasil es competencia de los estados, pero dada la situación de emergencia Âlckim (del Partido de la Social Democracia Brasileña) se ha reunido con Rousseff (Partido de los Trabajadores) hasta en tres ocasiones en las últimas semanas, lo que ha servido para impulsar algunas obras de infraestructura.

El pasado mes de diciembre ambos gobiernos firmaron un acuerdo para financiar el Sistema Productor de San Lorenzo --presupuestado en 2.600 millones de reales-- y más recientemente se acordó dar prioridad a las obras de conexión entre las reservas de Jaguari y Atibainha. Sin embargo, todos estos proyectos tendrán efectos a medio y largo plazo.