Damasco, 14 feb (PL) La actual época de lluvias y nevadas en Siria se comporta como la más fuerte de los últimos 90 años, después de acumular registros sin precedentes, según fuentes meteorológicas consultadas aqui.
Los especialistas confirmaron que los promedios de lluvia hasta el momento son tres veces más altos que los acumulados del año anterior.
Una de las referencias citadas por los meteorólogos sirios, fue la acumulación de agua en el lago Fija, ubicado en las montañas al oeste de Damasco, donde este año se registraron 800 milímetros de agua, comparado con los 200 alcanzados el pasado año.
Este incremento en los niveles del agua evita utilizar los sistemas de bombeo, y el líquido fluye sin contratiempos hacia los depósitos de esta capital.
Hace unos días, las autoridades emitieron una advertencia a los agricultores en la norteña región de Latakia, pues hubo necesidad de abrir una de las compuertas de la represa 16 de Noviembre, después que el agua acumulada sobrepasó los niveles admitidos.
También se han registrado índices históricos en las crecientes nevadas de enero último, llegando hasta tres metros de altura en algunas zonas del sur de Siria, principalmente en la ciudad de Sali, en la sureña provincia de Sweida.
Las temperaturas llegaron hasta 14 grados bajo cero en la zona montañosa de Qalamun, al norte de Damasco, y por primera vez los termómetros bajaron hasta dos grados bajo cero en la costa mediterránea, afectando la cosecha de cítricos y los cultivos de invernaderos como el ajo y el tomate.
También se reportaron tres tornados que afectaron los sembrados y hubo que cerrar los puertos occidentales de Latakia y Tartus, donde se registraron vientos de hasta 90 kilómetros por hora y olas de hasta seis metros de altura.
A pesar de estos inconvenientes climatológicos, los agricultores sirios agradecen las recientes lluvias torrenciales, después de una fuerte sequía que afectó al país el verano pasado y causó estragos en importantes depósitos de agua y manatiales, principalmente en la región central.
