En la disminución también influyeron la falta de capital de los hortaliceros y la baja disponibilidad de mano de obra. Pese a ello, en el sector destacan los mayores rendimientos que se están obteniendo.

La sequía que afecta a la zona centro-norte del país derivó en que la superficie plantada de hortalizas llegó a su cifra más baja desde que existen registros.

De acuerdo con un informe elaborado por la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa) con datos a 2013 -el último año con información oficial disponible-, la extensión de plantaciones alcanzó a las 67.300 hectáreas, 15% menos que la temporada anterior.

Sin embargo, el escenario 2014 habría sido, incluso, peor: el ex director de Odepa Gustavo Rojas estima que la superficie continuó a la baja, probablemente, con una reducción de entre ocho mil y 10 mil hectáreas.

Según Odepa, los productores se planifican según la seguridad de riego, por lo que, al disminuir la cantidad de agua existente, la superficie cultivada con hortalizas también se reduce. La Región de Coquimbo, una de las más afectadas por la sequía, tuvo la mayor caída (25%) en su superficie cultivada con hortalizas entre 2012 y 2013.

"Creo que la tendencia en la superficie de hortalizas es a la baja. La sequía ha impactado a la IV y V Región, que son zonas hortícolas. Hay una demanda que crece muy poco y la oferta va aumentando en función de los mayores rendimientos por hectáreas", explica Rojas.

En este sentido, el ex ministro de Agricultura Luis Mayol agrega que existe un mayor rendimiento de hortalizas, además de mayor infraestructura de riego y de sistemas de invernaderos o techados para producirlas. "Hay varias regiones, sobre todo en el norte del país, en el que se está difundiendo producir bajo techo y eso significa que se obtienen varias cosechas en el año", señala el ex secretario de estado.

En la disminución también ha influido el aumento del costo del cultivo de hortalizas y la falta de capital de los hortaliceros. "Cada cultivo requiere tener un capital considerable por hectárea, y los pequeños horticultores muchas veces no disponen de recursos", detalla Odepa.

También afecta la baja disponibilidad de mano de obra. Según Odepa, esto aumenta su costo y, consecuentemente, el de producción. Por otro lado, señala, al pequeño agricultor se le podrían presentar buenas oportunidades trabajando en predios de agricultores más grandes, dejando de cultivar su propia tierra. Esto, debido a que le da ingresos inmediatos, a diferencia de un cultivo hortícola en el cual hay que esperar sobre tres o cuatro meses para obtener ingresos, lo que está condicionado a producción obtenida y precio de venta variable.

Las hortalizas que manejan el mayor número de superficie en el país son el choclo, la lechuga, el tomate y la cebolla de guarda. Por su parte, las que registran las mayores caídas son la alcachofa (-41%), ají (-36%), apio (-34%) y el pepino de ensalada (-28%).