Más de 380 familias que habitan en el distrito de Ocuviri, provincia de Lampa, recuerdan los años en los que tenían que acumular agua de río y lluvia para vivir.
Ello cambió y desde ayer cuentan con agua potable en sus viviendas, lo que les permite tener mejores condiciones de vida.
La obra fue financiada con dinero proveniente del pago que realiza anualmente el Perú a Japón, por concepto de deuda externa. La partida es administrada por el “Fondo General de Contravalor Perú-Japón”. Este organismo aportó un millón 666 mil soles, mientras que el municipio de Ocuviri desembolsó 390 mil soles para solventar el proyecto.
La deuda de Perú con el país nipón se generó en los años 80. Japón auxilió al Perú -que atravesaba una grave crisis- con préstamos y maquinaria.
Desde hace diez años, el pago de esa deuda se usa para financiar -como contrapartida- proyectos de servicios básicos y educación en las zonas más pobres del país.
La obra de Ocuviri comprende un reservorio de 70 metros cúbicos, 3 mil 712 metros de redes de distribución y un sistema de desagüe con 2 mil 956 metros de red colectora. Incluye además una planta de tratamiento de aguas residuales.
Para la ceremonia de entrega del proyecto llegó el consejero de la Embajada del Japón en el Perú, Masahiro Takagi; el director de Fiscalización de la Agencia Peruana de Cooperación Internaciónal, Luis Alemán Nakamine; el representante de la Agencia de Cooperación Internacional JICA, Masayuki Eguchi, y la secretaria ejecutiva del Fondo Contravalor, Margarita Imano Konno.
El fondo Contravalor Perú- Japón financió este proyecto debido a que Ocuviri es una de las localidades en extrema pobreza. Según el INEI, el 37% de la población vive en esa situación. Los campesinos festejaron por la obra entregada.