El Consejo Internacional de Cereales (IGC, siglas en inglés) muestra, en su último informe, unos aforos favorables para la producción mundial de la campaña 2015-2016. Por el contrario, en España y por ende en Castilla y León las previsiones son negativas, sobre todo para el trigo, a causa del clima. En Soria el punto de partida hace un mes era inmejorable pero en mayo, crucial para el campo, la ausencia total de precipitaciones ha conseguido dar al traste con una temporada que en la provincia se esperaba con satisfacción porque el recorrido de la planta había sido muy bueno durante todo el invierno y la primavera. Al"desastre" que se espera en el cereal se le suma un girasol que se ha sembrado en unas condiciones no muy óptimas, por el frío y la escasez de agua, y un viñedo que hace algo más de quince días sufrió los hielos. El panorama no podía ser peor a un mes de la cosecha del cereal y con las esperanzas de que el girasol y el viñedo mejoren las perspectivas.

Según el IGC, la producción global de cereales se situará en 1.968 millones de toneladas en la temporada 2015-2016, lo que supone un aforo superior al del mes pasado y solamente un 2% menos que la campaña actual, en la que hay récord de existencias.

Esta mejora se debe a una revisión al alza en las estimaciones para zonas como la Unión Europea, Brasil, África del norte o China. Asimismo, dicho organismo prevé un aumento del consumo de cereal y que las existencias de fin de campaña 2015-2016 se sitúen en 426 millones de toneladas, lo que supondría un descenso respecto a la temporada que ahora está terminando (440 millones) pero aún se considera una cantidad abundante y superior a las del año pasado o 2013.

En España, las primeras estimaciones sobre los cereales de invierno son pesimistas, a causa de las altas temperaturas y el clima adverso.

Por ejemplo, las primeras perspectivas publicadas por la Asociación de Comercio de Cereales y Oleaginosas (ACCOE) apuntan a una caída de los rendimientos, mucho más notable en el trigo blando.

Los comerciantes han subrayado que si persisten las condiciones climáticas actuales, especialmente en Castilla y León, podrían caer aún más. Según los datos de ACCOE, las autonomías más afectadas por el descenso de los rendimientos en trigo blando serán: Murcia (-54%), La Rioja (-23%); Aragón (14%); Cataluña (-13,5%) o Castilla y León (-12,7%).

En zonas como Aragón, Castilla-La Mancha o Extremadura, las organizaciones agrarias han expresado sus temores sobre la cosecha, si no llueve de inmediato o baja el calor.

Desde Asaja Soria ya hablan de que la temporada en la provincia va a ser "mala o muy mala, con pocos kilos y de mala calidad, con una merma de hasta un 50% con respecto a un año medio", calcula el técnico de la organización provincial, José Ignacio Marcos, quien ya confirma que la cosecha se va a adelantar unos quince días. En relación con la escasez de precipitaciones, señala que "siempre serán bienvenidas", pero lamenta que las tormentas que se esperaban para los últimos días hayan pasado de largo. "Lo malo es que la campaña venía muy buena según estaba la planta y en apenas el mes de mayo por la falta de agua se lo ha llevado todo".

Sí cree que aún se pueden salvar las zonas más tempranas, porque las cebadas aguantan mejor la sequía, pero las más tardías y sobre todo en trigo "la situación no es mala es malísima".

De los hongos no les ha quedado más remedio que olvidarse. "Si no hay perspectivas de buena cosecha el agricultor no va a invertir 40 ó 50 euros por hectárea para luego no sacar rendimiento alguno". Todavía es más negativo el técnico de UPA Soria, Pablo Ayllón, quien ya prevé un "desastre total", dado que no hay perspectiva a corto ni medio plazo de lluvia. Cree por ello que la situación ya no va a cambiar y que la producción va a ser "irrisoria". Es más, a su juicio, muchas fincas ni se van a cosechar: "No ha llovido en un mes y donde han caído las tormentas se puede salvar algo pero la verdad es que en ninguna zona de la provincia la cosecha va a ser buena".

El girasol tardará en nacer

Terminando de sembrar el girasol, las noches frías y la falta de agua no han ayudado. "La tierra estaba muy seca y es necesario que las temperaturas sean suaves para que germine la planta, de modo que si de normal nace en siete o diez días, ahora hasta que no llueva habrá pipas que no saldrán con lo que eso puede afectar al campo", vaticina José Ignacio Marcos. En esto también coincide Pablo Ayllón, quien confía en que una vez germine tenga mejores perspectivas que el cereal y le llegue más agua. Así, señala que finalmente habrá muchas fincas que ante esta perspectiva no se siembren de girasol y que se darán de baja antes del 15 de junio, plazo máximo tanto para el seguro agrario como para la PAC.

Y los viñedos, helados

Por si fuera poco, a las viñas tampoco les ha venido bien las bajas temperaturas desde finales del mes de mayo. La Agrupación de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados (Agroseguro) registró un "siniestro importante de helada en viñedo que ha dado al traste con 190 hectáreas" de la zona de la Ribera del Duero, según explica el director de Agroseguro en Soria, Juan Martínez. Los partes son del 19, el 21 y el 22 de mayo en Atauta, Castillejo de Robledo, Langa de Duero y San Esteban. Con diferente intensidad, "la llaga ha afectado a las partes más bajas de las parcelas y a las zonas próximas a las vegas de los ríos", puntualiza Martínez, quien señala que desde el pasado jueves ya se están tasando las fincas con la intención de terminar a lo largo de esta misma semana.

El técnico de UPA Soria lo considera "un percance", dado que todavía le queda un largo recorrido a la uva y es pronto para predecir cómo será finalmente la temporada.