Montreal -la segunda ciudad de Canadá después de Toronto- comenzó a lanzar cerca de 8.000 millones de litros de aguas negras al río San Lorenzo.

Según las autoridades de la ciudad, este controvertido proyecto es necesario temporalmente mientras se reemplazan piezas de la planta de tratamiento de aguas servidas.

Si esas piezas no se reemplazan y repentinamente se rompen, dicen, las filtraciones podrían crear un grave problema ambiental.

El operativo ha despertado la ira de muchos canadienses así como también la de muchos estadounidenses, ya que ambos comparten el mismo curso de agua.

La medida se puso en práctica durante la madrugada del miércoles y se extenderá por una semana.

Agua "bebible"

Para minimizar sus efectos, se les solicitó a los ciudadanos no deshacerse de medicamentos, condones o tampones en el retrete, mientras el operativo está en marcha.

"Tienes que recordar que lo que sea que tires al inodoro en los próximos días, acabará directamente en el río", explicó Alexandre Joly, director de una organización sin fines de lucro dedicada a proteger la calidad de las aguas del río.

A pesar de que se trata de una gran cantidad de desechos, las autoridades dicen que el efecto sobre la población de peces será muy leve y no impactará la calidad del agua bebible para los ciudadanos.

El plan fue aprobado por la nueva ministra de Medio Ambiente de Canadá con la condición de que se lleve a cabo un monitoreo extenso de las condiciones durante y después del operativo.

Mientras que el alcalde de la ciudad defendió el operativo con un aviso en los principales periódicos, argumentando que las obras son vitales para proteger el río en el largo plazo.

"Como he dicho en repetidas ocasiones, si hubiese mejores opciones, ciertamente las habría considerado. Pero la realidad es que la opción que hemos elegido es la que tiene el menor impacto ambiental", aseguró Denis Coderre.

Pese al mensaje de las autoridades, muchos habitantes de Montreal temen que aparezcan preservativos, pañales o jeringas en las riveras del río.

En la frontera

Otro problema es que el río San Lorenzo es compartido con el estado de Nueva York, en Estados Unidos, aunque esa sección del curso se encuentra aguas arriba.

Chuck Schumer, senador de ese estado, le pidió a la Agencia de Protección Ambiental estadounidense (EPA, por sus siglas en inglés) que interviniese, pero esta agencia no tiene autoridad sobre este río, que está en su totalidad bajo la soberanía de Canadá.

El río San Lorenzo tiene una extensión de cerca de 1.200 Km. Nace en el lago Ontario y desemboca en el Océano Atlántico. Es hogar de numerosas aves migratorias y diversas ballenas.