El biólogo Antonio Guillén, catedrático en Biología y Geología y coordinador de Investigación de la Estación Biológica Internacional del Duero, advirtió ayer del momento «crítico» que sufre el Lago de Sanabria, que puede desembocar en una «degradación irreversible» si no se actúa con urgencia.
Guillén denunció a Efe la situación de este lago, que forma parte del Parque Natural del mismo nombre en Zamora, aprovechando la presentación de su libro «Sanabria, presente y futuro de un ecosistema en desequilibrio», en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid. El texto analiza la calidad del agua en el entorno y cómo los vertidos residuales afectan a la misma, así como a las especies que habitan en la zona tanto en su comportamiento como en su reproducción.
La investigación es fruto de tres años de trabajo por parte de un equipo de especialistas internacionales en materia de fitoplancton y zooplancton, dirigidos por este experto que es, además, colaborador del proyecto «Flora Ibérica» del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y posee varios galardones nacionales e internacionales, como el Premio Nacional Giner de los Ríos a la calidad educativa.
Los trabajos se desarrollaron a bordo del «Helios Sanabria», el primer catamarán eólico-solar del mundo, respetuoso con el medioambiente gracias a sus 20 paneles solares y cuatro molinos eólicos que lo convierten en una embarcación cien por cien ecológica, incluso desde el punto de vista del impacto acústico.
Los análisis obtenidos por los científicos revelan cómo ha evolucionado con el tiempo la calidad del agua del lago, «limpia y transparente» hace unos años y hoy deteriorada por los vertidos residuales tras un proceso lento al principio pero que ahora ha empeorado y «es más evidente».