Debido a la influencia del sector privado sobre el manejo y suministro del agua, el gobierno estatal considera al vital líquido como una “mercancía”, evaluó el especialista en Geografía Política del Colegio de San Luis (Colsan), Edgar Talledos Sánchez.
En entrevista, consideró que prevalece una administración “empresarial” del agua, ya que impulsa la creación de infraestructura hidráulica basada en objetivos de desarrollo económico, de promover la instalación de empresas y la consecuente generación de empleos a pesar de que ello implique desatender necesidades básicas de agua a poblaciones de escasos recursos.
Después de participar en el Coloquio de Agua y Sociedad organizado por académicos e investigadores del Colsan, ejemplificó que al sector minero el gobierno le otorga las facilidades y permisos necesarios para las empresas de ese ramo.
No obstante, enfatizó que se contrapone al uso del agua de comunidades habitadas por campesinos, quienes la requieren para actividades agrícolas, sin embargo no reciben las mismas facilidades de infraestructura, gestión y acceso que a los consorcios mineros.
Respecto a la utilización “mercantil del agua” recriminó que es una práctica desde los años 80 cuando el crecimiento de las zonas urbanas generó un alto costo para llevarla a las urbes, la industria y otros espacios.
Puntualizó que los tres órdenes de gobierno deben mejorar los programas de gestión y administración del agua, desde las políticas públicas para contra restar el uso insustentable del agua en zonas urbanas.
Asimismo, debe evitarse la administración desigual de infraestructura, acceso, calidad y costo del agua en zonas rurales, concluyó el experto en Geografía Política.