Hermosillo, Sonora. Al transcurrir más de cinco meses de iniciada la tragedia ecológica que devastó a los ríos Sonora y Bacanuchi, con afectación en siete municipios de la entidad ubicados en los márgenes de esos dos afluentes, la contaminación llegó al municipio de Hermosillo, concretamente a la presa Rodolfo Félix Valdez, conocida como El Molinito, localizada a casi 30 kilómetros al oriente de esta capital sonorense.
A pesar de la desinformación que priva en torno al tema, ayer la Comisión Nacional de Agua (Conagua) confirmó la presencia de metales pesados en El Molinito y por ello ordenó evitar el trasvase de agua a Hermosillo desde ese lugar.
El gobernador Guillermo Padrés reiteró que se acatará la determinación de Conagua y se continuará abasteciendo a la población por las fuentes disponibles.
"Por supuesto que se cerró la extracción de la presa de El Molinito, pero los hermosillenses pueden estar tranquilos porque el acueducto Independencia continúa funcionando para abastecer a la ciudad del vital líquido", comentó.
Presa El Molinito
En un recorrido de EL DEBATE por el ejido El Molino de Camou, que cuenta con 600 habitantes y se ubica a poco más de dos kilómetros de la presa del mismo nombre, se pudo constatar que a pesar de la gravedad del problema, sus moradores no cuentan con la mínima información respecto al estado que guarda el agua en esa región, únicamente la que reciben a través de los medios de comunicación.
En la presa El Molinito, personal de esta casa editorial pudo constatar que a la par de la desinformación en los habitantes de esa área, la presa luce completamente sola, incluso sin seguridad, pues cualquiera puede acceder al sitio a pesar de la contaminación ya confirmada por las autoridades competentes.
En el ejido El Molinito se respira una pesada tranquilidad que se rompe con el ir y venir de vehículos oficiales de Protección Civil del Gobierno del Estado y de la Conagua, así como de helicópteros que sobrevuelan eventualmente dicha área.
Los lugareños han comenzado a sustituir el agua de la llave por garrafones de agua purificada ante el riesgo de sufrir algún tipo de afectación en su salud.
Es el caso de María Jesús Tiznado, quien señaló que es común que ella utilice agua de la llave incluso para consumo humano, tras conocer la magnitud del derrame optó por comprar agua tratada en la comisaría de San Pedro El Saucito, a unos 15 kilómetros rumbo a la capital.
Indicó que la vida en El Molinito se sobrelleva en forma normal y que desconoce en qué sentido podría cambiarles la vida la contaminación de las corrientes subterráneas que ya llegaron a su comunidad, luego de recorrer alrededor de 250 kilómetros de Cananea al municipio de Hermosillo.
"Nosotros en el pueblo estamos desinformados. Yo por sí o por no, estoy utilizando agua de garrafón para la casa…", refirió. "El encargado de cuidar la presa El Molinito (Rodolfo Félix Valdez) y las demás autoridades no nos han informado absolutamente nada de este problema".
Lo mismo sucede con Teresa Bustamante, quien se dedica a la venta de quesos, que al ser entrevistada deja entrever su temor por ingerir agua contaminada de la presa El Molinito: "Me da miedo usar agua de la llave y por eso mejor compro agua purificada; aquí anduvieron funcionarios de la Conagua (Comisión Nacional del Agua) y de Protección Civil, pero no nos han dicho absolutamente nada sobre esto".