Taxco.- Comisarios de la región minera de La Cañada presentaron una queja ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) contra la Industrial Minera México (Immsa), por la alta contaminación que han generado los desechos en los ríos Taxco y Cacalotenango, y la afectación a la salud de los habitantes, la ecología, la flora y la fauna.
En el documento, que fue integrado por los comisarios de Hueymatla, Taxco el Viejo, Tecalpulco, Dolores, Santa Rosa, El Fraile, San Sebastián y El Ejido, los denunciantes denunciaron a la Profepa la contaminación excesiva que existe en los márgenes de los ríos Taxco y Cacalotenango.
Los comisarios, entre ellos Alejandro Bahena, de la población de Huyematla, recordaron la fundación de Taxco “como real de Minas de Taxco, que desde entonces se caracterizó de ser un pueblo productor de plata. Sus orígenes están basados en la explotación y tratamiento de minerales argentíferos que le han dado un reconocimiento a nivel mundial desde su fundación en 1555”.
Bahena destacó que en el distrito minero la producción ha tenido consecuencias con la explotación de minerales “a gran escala, causando problemas de impacto ambiental derivados del manejo inadecuado de aguas residuales del interior de las minas, los depósitos de jal (desechos mineros), los lixiviados de las vetas minerales expuestas en superficie, las plantas metalúrgicas abandonadas, los cuales son ingresados los desechos sin previo tratamiento a los ríos de Taxco y Cacalotenango”.
El comisario de Hueymatla denunció que la contaminación en la región minera ha ocasionado muerte en la flora, porque la vegetación en estas comunidades es de tipo selva caducifolia en sus laderas, mientras que en el cauce de los afluentes abundan árboles de sabino y amate “de grandes dimensiones, que han sufrido daños irreversibles; la mayoría se están secando”.
En cuanto a la actividad productiva y económica, denunciaron que la agricultura de temporal de riego “es difícil de poder llevarse a cabo por la presencia de los metales mineros en el suelo, así como también la afectación está en la ganadería al morir los animales cuando consumen el agua o la yerba silvestre contaminada”.
Los comisarios denunciaron que el agua para uso doméstico y agropecuario es obtenida de norias y manantiales localizados a los márgenes de los ríos, cuya calidad “es muy mala por la presencia de la contaminación”.
Las autoridades comisariales pidieron a la Profepa una inspección y un dictamen técnico en el lugar, con el objetivo de que sea reparado el daño a la flora y la fauna, así como a los habitantes que han sido afectados, y “evitar un problema mayor” que lamentar.