Los desgajamientos en una zona residencial de Santa Fe se debe a una “serie de factores”.

De acuerdo al arquitecto José Luis Gutiérrez Brezmes, académico del Departamento de Arquitectura de la Universidad Iberoamericana, “en ocasiones abusamos en alterar la topografía natural de los lugares, lo cual a veces es posible, sin embargo en la zona de Santa Fe por la presión inmobiliaria, se está abusando de las modificaciones, haciendo unos cortes en los terrenos y en el tepetate a veces inverosímiles o de una manera frívola”.

“Y aunque técnicamente en el momento en que se hacen, se recubran y quedenaparentemente resguardados, lo que nos cuesta más trabajo darnos cuenta es que según seguimos aumentando la presión demográfica en la zona, todas las cuencas, el equilibrio hídrico de la zona, se va modificando en la medida que estamos obstruyendo la forma de permeabilidad de los terrenos, o que estamos desviando cauces”, precisó en entrevista para Aristegui Noticias.

Explicó que “todas las modificaciones del equilibrio hídrico, en un momento dado cambian la estabilidad en taludes… seguimos modificándolo y luego nos sorprende que se comporten de manera diferente a como lo supusimos”.

Es el caso de lo ocurrido en Santa fe, porque son “taludes que se van resecando porque anulamos la posibilidad de todos los flujos del subsuelo, hay que ver  a los terrenos, a las zonas como un sistema que está siendo alterado y empiezan a tener comportamientos distintos a los que tenían”, señaló.

En otros casos “el pretender todos estos cortes, que aunque prácticamente el tepetate los permita sin ángulos de reposo, en mucho, es una temeridad”.

Hay que ver “todos los subsuelos como un sistema… en el caso de estos desgajes no tienen que ver tanto el relleno sanitario“, refirió sobre el subsuelo de Santa Fe.

Comentó que “hay visiones en lo que predomina el interés económico y no la racionalidad técnica, lógica, ya para que hablar de una lógica de sustentabilidad o de responsabilidad para con los entornos. Cuando lo que manda es la lógica económica, generalmente tiene la misma vigencia que la recuperación de la inversión. Así no funciona la naturaleza… así no funcionan las urbes”.

Ahora “tendrán que ver cada barranca, cada situación en qué condiciones está, de una en una, porque hay muchos terrenos, hay muchas edificaciones en Santa Fe que están a dos o tres metros de estos mismo cortes que se hicieron para edificar”.

Dijo que los derrumbes “todo el tiempo están pasando, cada que hay temporada de lluvias, a veces por falta de humedad, a veces por exceso, todas las barrancas del poniente cuantas veces vemos que hay deslaves… viviendas muy humildes, todo el tiempo está habiendo estos ajustes”.

“En plan inmobiliario y en plan tecnológico ya hoy en día nadie se pregunta si las cosas se deben de hacer, simplemente pregunta uno ¿la puedo hacer?, la hago“.

Por lo que señaló que “cualquier solución sería un paliativo si no partimos de controlar este crecimiento demográfico de la zona para que no se siga alterando este equilibrio hídrico, por otro lado, revisar talud por talud en su estado actual con un estudio serio de mecánica de suelos y de estabilidad para ver las condiciones de riesgo”.

No hay una solución generalizada, “sino soluciones particulares a cada problema, de fondo es racionalizar lo que estamos haciendo, al alterar el equilibrio hídrico”, concluyó.