Para abatir el déficit de agua que existe en Guanajuato, se necesitan pozos captadores de agua y para ello una inversión millonaria.

El secretario de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR), Javier Usabiaga Arroyo, señaló que el déficit de agua es grave, y por ello una buena alternativa es captar el agua, sin embargo, se debe hacer con estudios exactos que demuestren que son sustentables y sobre todo que haya certeza de que el agua se quedará en el acuífero local.

“Es una práctica que ha dado buenos resultados en algunas zonas, en el acuífero del paso tienen haciendo esta práctica durante 20 años, el problema es que no hay certidumbre de esos pozos de reabsorción de a dónde va esa agua. No hay un estudio que demuestre que esa agua va a quedar en este acuífero”, mencionó.

Señaló que hay pozos de recaudación muy deficientes, viejos, que no demuestran que sean eficientes.

“Se deben hacer pozos con un estudio bien hecho y una metodología bien hecha”.

En Guanajuato el déficit oficial de agua es de mil 60 millones de metros cúbicos de agua, mientras que la realidad arrojó que es de mil 545.27 millones de metros cúbicos, pero el reporte real calculado es de mil 545.27 millones de metros cúbicos, casi un 50 % más que indican las cifras oficiales.

Y debido a que el déficit de agua y sobre explotación de los mantos acuíferos es grave, las autoridades proponen por un lado la concientización de la ciudadanía y por otro se requiere de una inversión de 8 mil millones de pesos para crear diversos programas de captación de agua, tecnificación, entre otros.

Un sistema de captación de agua de lluvia sirve para la recolección y el almacenamiento de agua de lluvia, y cuya viabilidad técnica y económica depende de la pluviosidad de la zona de captación y del uso que se le dé al agua recogida.

En lugares donde las aguas superficiales o subterráneas disponibles están fuera de los límites establecidos para considerarlas potables (en especial si contienen metales pesados como el plomo, mercurio, cromo u otras sustancias dañinas para la salud), se puede recurrir a la captación de agua de lluvia para consumo restringido, es decir para beber y para cocinar alimentos.