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Noticias UNAM - Agosto 2015


24 de agosto de 2015

La gestión sostenible de los suelos, trascedental

Laura Romero

Expansión urbana, deforestación, contaminación, sobrepastoreo y cambio climático, amenazas directas

El suelo se encuentra en peligro de perderse por la expansión de las ciudades, la deforestación, el insostenible uso de la tierra y prácticas de gestión, contaminación, sobrepastoreo y cambio climático. Esto pone en riesgo el abastecimiento de alimentos, la recarga de los acuíferos y la conservación de la biodiversidad. También afecta la calidad de los cuerpos de agua superficiales y la del aire y, con ello, la salud humana y animal.

El ritmo actual de la degradación amenaza la capacidad de satisfacer las necesidades de las generaciones futuras, por lo que la promoción de la gestión sostenible de los suelos y las tierras es trascendental para un sistema alimentario productivo suficiente, mejores medios de vida rurales y un ambiente sano.

En la continuación de los trabajos de la reunión para la Alianza Nacional por el Suelo en Beneficio de la Sociedad y del Ambiente, y para hablar del Manejo Sostenible del Recurso Suelo: Necesidades de Investigación y Capacitación, se realizó una mesa redonda con la participación de representantes de instituciones de gobierno involucradas en construir gobernanza para un uso sustentable de ese recurso.

Manejo integral

En el patio central del Palacio de Minería, Jaime Segura Lazcano, director general de Producción Rural Sustentable en Zonas Prioritarias de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, se refirió a la importancia del manejo integral del suelo, “donde se liguen las coberturas vegetales o la parte productiva, con qué y cómo se hace: niveles de fertilidad, manejo y reparación, semillas mejoradas y humedad. Hay factores que es necesario tomar en cuenta para tener los resultados deseados”.

Además, se requiere la transversalidad entre las instituciones y los órganos de enseñanza. “Pero nada es posible sin la intervención de las organizaciones de productores, factor de cambio real en cada sitio”, precisó.

A su vez, Ramón Cardoza Vázquez, de la Gerencia de Suelos de la Comisión Nacional Forestal, habló del programa de restauración en la materia y reconversión productiva, relevante porque trata de recuperar la cobertura de áreas en terrenos degradados, con el propósito de contribuir a establecer las funciones que permitan recobrar la capacidad de producción de servicios ambientales. “La restauración es muy cara; por eso debe priorizarse la conservación”.

Antes, recordó, se hacían trabajos aislados de suelos y reforestación, que además no coincidían en los mismos predios; la instrucción es hacer primero los trabajos de suelo y luego plantar los árboles. De ese modo se presenta un incremento en la sobrevivencia de hasta 30 por ciento, se detienen los procesos erosivos y se acumula humedad. La meta es reforestar un millón de hectáreas.

José Luis Arellano, de la Comisión Nacional del Agua, dijo que suelo y vegetación forman parte de los recursos hídricos. “El primero no sólo es un medio de vida, sino es además el almacén natural del agua y así debe verse en las complejas relaciones lluvia-escurrimiento, erosión-sedimentación, y los servicios ecosistémicos que proporcionan las cuencas, como producción del líquido y regulación hidrológica”. Mediante su materia orgánica también es un sumidero de carbono.

Las grandes cuencas o regiones hidrológicas preferentes son las de los acuíferos sobreexplotados, las vulnerables a inundaciones y donde la demanda de agua supera la disponibilidad. “Se definen las que son prioritarias para México y se hace un trabajo conjunto; aquí hay una ventana de oportunidad para laborar con otras instituciones; ése es el reto”, apuntó.

Vivienda

Martín Jiménez Espinosa, subdirector de Riesgos por Fenómenos Hidrometeorológicos del Centro Nacional de Prevención de Desastres, externó que sobre el suelo se construye nuestra vivienda e infraestructura, y si el soporte falla, se producen, como ocurre a veces, catástrofes que pueden llevar a la pérdida de vidas humanas y daños económicos elevados.

Muchos fenómenos geológicos, como los deslizamientos de tierra, son disparados por los hidrometeorológicos: lluvia derivada de ciclones tropicales o sistemas invernales. “Si monitoreamos, podemos dar luz al respecto. Está en estudio, y como propuesta, la implementación de un sistema de alerta por inestabilidad de laderas, que podría comenzar a probarse a mediados del próximo año”, anunció.

Por último, Mario Martínez, profesor e investigador del Colegio de Postgraduados, expuso que en su institución se ha estudiado la calidad del suelo y su variación en el tiempo. Por ejemplo, algunos contienen 12 por ciento de materia orgánica siendo forestales, pero al cabo de 10 o 15 años se reducen a 0.5 por ciento, después de haberse hecho modificaciones estructurales, “porque se destruyen los microorganismos”.

 

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Fuente:
Laura Romero, 24 de agosto de 2015, La gestión sostenible de los suelos, trascedental. Gaceta UNAM.
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