Govern, Consell insular y ayuntamientos señalan que el 2016 será "el año del agua" para la isla

Una nueva depuradora y la mejora de infraestructuras obsoletas evitarán las restricciones

Ibiza llegó a una situación límite el pasado 7 de agosto, cuando el Ayuntamiento de San José decidió cerrar los grifos. Dejaron de regarse los jardines, las rotondas, las instalaciones deportivas, apenas las calles, y se cerraron las duchas de las playas en plena temporada turística. Además se pidió a los vecinos que evitaran regar, lavar los vehículos o rellenar el agua de las piscinas.

Pero la sequía de Ibiza ya era histórica. Gravita desde hace años entre la falta de lluvia, el agotamiento de sus manantiales salinizados y una gestión de infraestructuras tan ineficaz que ha visto evaporarse 54 millones de euros en obras inservibles o de ejecución infinita.

Govern balear, Consell Insular y todos los ayuntamientos se han puesto manos a la obra para solucionar, al menos, el último punto. De ahí que muchos alcaldes e incluso el presidente de la máxima institución insular, Vicent Torres, hayan bautizado el 2016 como "el año del agua".

Además, las reservas hídricas de la isla acaban de dar a la isla una muy buena noticia, registrando en el mes de noviembre no sólo el mejor dato del último año, sino incluso el mejor noviembre desde 2012, al alcanzar el 56% de su capacidad. El dato coincide con la media balear, e incluso está un punto porcentual por encima de Mallorca.

Reservas como la de Jesús, que el pasado año estaban en exactamente al 47%, este año se sitúan al 70% de su capacidad.

Cabe recordar que en agosto el Govern balear aseguró que las reservas hídricas de Ibiza estaban al 23%, la peor cifra de los últimos 15 años, e incluso al 6% en las zonas más afectadas.

Otra cosa es la calidad del agua, ya que la mayoría de los acuíferos se encuentran salinizados. Los ecologistas denuncian la existencia de acuíferos en temporada alta con un nivel de cloruros por encima de 2.000 miligramos por litro (ocho veces por encima del valor permitido), como es el caso de Es Canar o San Antonio.

Es por ello que el Govern balear ha pedido a los Consistorios que dejen de tirar de los acuíferos para permitir su regeneración, y tiren de agua desalada, una vez que las tres plantas existentes estén a pleno rendimiento. La mejor noticia para la isla llegará precisamente de la mano de las nuevas infraestructuras hidráulicas. El Consejo de Ministros acaba de autorizar el rescate de la desaladora de Santa Eulalia, por 25,6 millones de euros, que se traspasará al Govern para que entre en servicio.

El alcalde de la localidad, Vicent Marí, asegura que aunque se pondrá en funcionamiento de forma progresiva, en los meses de julio y agosto podrá estar en marcha "a un ritmo importante", suministrando agua no sólo a Santa Eulalia sino también al resto de la isla a través de la interconexión. También se ha puesto manos a la obra el Ayuntamiento de San José, el más afectado por los recortes y por la mala calidad del agua que se suministra a los vecinos, provocando situaciones como el destrozo constante de sus electrodomésticos.

El Consistorio anunció que destinaría a solucionar el problema el 70% de su presupuesto. Aquí se hace más patente que en ningún otro lugar de la isla el mal estado de la red, que según el gobierno insular desperdicia entre el 40% y el 70% del suministro.

La población al mismo tiempo ha ido aumentado, en casos como San José, un 46% en los últimos diez años, mientras esta misma semana el Consistorio anunciaba la sustitución de la tubería principal de la zona de Cala de Bou que tenía más de 40 años. Al mismo tiempo, tras tres lustros esperando que los distintos gobiernos se pusieran de acuerdo en el terreno adecuado, a principios de agosto el Gobierno central licitó las obras de la nueva depuradora de Vila por 41,2 millones de euros, aunque la isla todavía tardará en verla en funcionamiento.

Las reservas hídricas en Ibiza están algo mejor que en Mallorca donde la persistente sequía amenaza seriamente toda la producción de cereales. Los embalses de Cúber y el Gorg Blau se encuentran al 30% de su capacidad cuando el pasado año por estas fechas superaban el 50%.

Las cifras

• Derroche de agua. El gobierno del Consell Insular reconoce que la red que existe, y más o menos funciona, pierde entre el 40% y el 70% del suministro por falta de mantenimiento. San José sustituirá este mes una tubería de más de 40 años, tras ver aumentar su población un 46% en los últimos diez.
• La peor cifra en 15 años. A mediados de agosto el Govern balear aseguró que las reservas hídricas de Ibiza estaban al 23%, la peor cifra de los últimos 15 años, e incluso al 6% en las zonas más afectadas, mientras en noviembre alcanzaron el 56%.
• Diciembre seco. Bernat Amengual, portavoz del centro en Balears de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), confirma que este mes ha tenido lugar un "déficit de precipitación" ya que prácticamente no ha llovido nada.