El virus del Zika se ha convertido en alarma sanitaria global y por eso es necesario tomar precauciones para evitar la propagación del mosquito transmisor, el Aedes aegypti, al tiempo que se lleva a cabo una gestión para reducir la población del mosquito tigre (Aedes albopictus), otro posible transmisor.
Esta reducción y control del mosquito tigre incluiría “alertas, coordinación entre los distintos agentes implicados y los tratamientos que sean precisos, con una gestión medioambiental que evite su presencia y disminuya su población en humedales y otros hábitats”, según Milagros Fernández de Lezeta, Directora General de ANECPLA (asociación estatal de control de plagas y vectores sanitarios).
Tal y como explican desde ANECPLA, son los mosquitos hembra los que pican porque necesitan de la sangre para reproducirse, siendo por tanto los responsables directos de la transmisión del virus.
Inmediatamente después de picar, las hembras depositan sus huevos en las paredes de cualquier recipiente con agua estancada. De ahí la importancia de evitar tener, tanto en casa como en los alrededores, concentraciones de agua en esas condiciones.
Además, recomiendan, siguiendo las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), un control profesional de estos mosquitos y algunas medidas a la población para evitar que el mosquito deposite los huevos:
– Evitar las acumulaciones de agua en el exterior de las viviendas por pequeñas que éstas sean (incluso en macetas, botellas, etc.).
– Mantener cubiertos herméticamente los depósitos de agua que sean para uso doméstico.
– Destapar aquellos desagües que tengan riesgo de mantener agua estancada.
– Evitar tener en el exterior de las viviendas cualquier tipo de envase susceptible de llenarse de agua en caso de lluvia.
– Eliminar cualquier tipo de recipiente que no sea de uso habitual y que acumule agua para evitar riesgos innecesarios (platos de macetas, etc.).
– Cambiar con frecuencia el agua de los bebederos de los animales.
– Mantener limpias las rejillas y canaletas y evitar que éstas acumulen agua.
Una hembra de este tipo de mosquito puede llegar a poner más de 400 huevos en toda su vida, que se desarrollarán a su vez de larva a mosquito entre 7 y 10 días, siendo la vida media de un mosquito de las especies Aedes de entre 4 a 6 semanas.
Por este motivo, la asociación alerta de la importancia de evitar criaderos de mosquitos, que constituyen el mayor riesgo de proliferación del virus del Zika.
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