Más de 16 millones de personas en la capital india afrontaban una crisis de desabastecimiento de agua como resultado de violentas manifestaciones en una comunidad empobrecida del norte de India, donde miles de personas reclamaban ayudas del gobierno. Al menos 10 personas han muerto en las protestas.

Los manifestantes dañaron infraestructuras del sistema que lleva agua a Nueva Delhi desde el canal de Munak, en el estado de Haryana, menguando el suministro de agua de la capital. Nueva Delhi recibe el 60% de su agua desde el estado vecino.

Las escuelas de la capital cerrarían el lunes, anunció el ministro jefe de Delhi, Arvind Kejriwal, que también ordenó el racionamiento del agua para hogares.

Al menos 10 personas han muerto por disparos de las fuerzas de seguridad indias contra los manifestantes desde que las protestas iniciadas hace una semana se tornaron violentas el viernes, indicó a la prensa el domingo el responsable policial del estado, Yashpal Singhal. Otros 150 manifestantes resultaron heridos en enfrentamientos en distintos puntos de Haryana.

Fuerzas paramilitares e ingenieros especializados trataban de restaurar el flujo de agua desde el canal de Munak a Nueva Delhi.

Los manifestantes, miembros de la comunidad agrícola jat, perteneciente a una casta humilde, reclaman ayudas del gobierno a nivel estatal y federar, como puestos garantizados en el gobierno o plazas en las universidades. Las conversaciones entre líderes de la comunidad y representantes del gobierno del estado no consiguieron llegar a un acuerdo el viernes.

Los activistas reclaman una cuota del 27% en empleos del gobierno o plazas universitarias para su comunidad.

La constitución india incluye un sistema de ventajas para personas en las castas más bajas, para ayudarles a superar la discriminación. El gobierno ha ampliado el número de grupos, incluidos los jat, que tienen derecho a cuotas.