"No se puede predecir cuándo las personas tendrían que empezar a emigrar, porque cada zona está subordinada a unas condiciones particulares, pero el sur, donde ya existe la necesidad de agua, padecerá más."
La exploradora y defensora global del agua, Alexandra Cousteau, nieta del oceanógrafo Jacques Cousteau, ha manifestado su deseo de "nunca tener que vivir el día en el que los españoles tengan que ser refugiados ambientales por los problemas de escasez de agua".
Cousteau ha admitido que no se puede predecir cuándo las personas tendrían que empezar a emigrar, porque cada zona está subordinada a unas condiciones particulares, pero ha asegurado que el sur, donde ya existe la necesidad de agua, padecerá más.
La exploradora de National Geographic ha descrito el problema como una escasez del agua en el lugar y el momento de su uso, y con una calidad insuficiente para beberla, nadar en ella o hacer cualquier actividad productiva o recreativa, y ha recalcado que “si el agua no está donde y cuando se la necesita para su uso, es como si no se dispusiera de ella en absoluto”.
Llamada a la acción:
Cousteau ha efectuado un llamamiento a la acción de la gente y de los gobiernos porque, aunque desea “no perder la esperanza, la situación requiere una movilización masiva en tiempo, recursos y esfuerzo de la que somos capaces, pero que tiene que producirse en los diez próximos años”.
Alexandra Cousteau ha calificado de “prioridad absoluta” la existencia de agua, de aire limpio y de océanos abundantes en el planeta y ha añadido que “es totalmente necesario gastarse más dinero en mantener, restaurar y renovar los recursos naturales, en lugar de gastarlo en compras a China”.
Ha declarado que “es imprescindible que el statu quo cambie gracias a nuestras acciones y reacciones” y que una de las maneras será enviar mensajes a los mercados para conocer de “dónde viene nuestra comida, nuestro agua y qué técnicas y procesos se han utilizado en su distribución”.
Implementar nuevas tecnologías:
La activista ha sostenido la necesidad de empezar a implementar las nuevas tecnologías, la irrigación por goteo, una agricultura más sostenible, el reciclaje del agua en lugar de su descarte y un mejor y más sostenible uso para el comienzo del cambio en “uno de los bienes naturales que más necesitamos: el agua”.
Según Cousteau, “es primordial que la gente, aunque piense que como individuo no puede efectuar nada significativo, empiece a proteger los lugares que les guste o que tengan significado especial para ellos, porque si las comunidades de personas lo hicieran, el cambio sería muy notable”.
Ha añadido que “se trata de una cuestión de legislación, educación y voluntad de involucrase” y que por ello la sociedad tiene que exigir a sus políticos que “rindan cuentas sobre los esfuerzos, tanto de políticas, como monetarios, para llevar a cabo las acciones necesarias”.
Ha defendido que nos tenemos que rendir cuentas a nosotros mismos mediante el apoyo a mejores tratamientos del agua, las granjas orgánicas y las infraestructuras para evitar el desbordamiento de aguas negras, porque “nuestros intereses, nuestras preocupaciones y nuestros estilos de vida están en juego”.