La aplicación de la normativa internacional para promover la conservación marina "ha avanzado mucho" aunque deja amplias zonas del océano desprotegidas respecto al impacto de la pesca de arrastre, advierte un estudio elaborado por la organización Deep Sea Conservation Coalition (DSCC).

El documento titulado “¿Cuánto tiempo más habrá que esperar?” analiza la aplicación de las disposiciones de la pesca en aguas profundas de zonas que se encuentran fuera de las jurisdicciones nacionales, durante un decenio desde que la Asamblea General de las Naciones Unidas promoviera actividades de pesca en alta mar evitando daños a los ecosistemas.

El texto recuerda que la comunidad científica ha manifestado reiteradamente su preocupación por el impacto “destructivo” de estas prácticas en las especies, ecosistemas y biodiversidad.

También advierte del efecto en la capacidad que tienen las especies y ecosistemas sedimentarios de retener y almacenar carbono.

Impacto “destructivo” pesca de arrastre

La pesca de arrastre, una de las técnicas más utilizadas en alta mar, tienen un impacto “destructivo” sobre las especies y ecosistemas de aguas profundas más vulnerables, asevera el informe.

Para el principal autor del informe, Matthew Gianni, la protección de los ecosistemas de aguas profundas respecto a los impactos de la pesca “ha progresado pero todavía queda mucho por hacer”.

Gianni recuerda que la ONU instó en 2008 tanto a los estados como a las organizaciones regionales de ordenación de la pesca (OROP) a la adopción y aplicación de la normativa pero el problema reside, según el autor, en la ejecución total de estas medidas debido a la ausencia política “necesaria para aplicar el enfoque conservador requerido por la legislación internacional” en la gestión de las pesquerías de aguas profundas “frente a la incertidumbre científica”.

Según el autor, estas aguas son un territorio que aún no ha sido estudiado “suficientemente” aunque declara que se tratan de una reserva global de biodiversidad por lo que resulta importante la protección de los océanos “ante esta destrucción innecesaria”.

Desprotección de zonas marinas

El análisis revela que existen zonas donde los requisitos de las resoluciones de la Asamblea General de Naciones Unidas siguen sin cumplirse “parcial o totalmente” suscitando la desprotección de grandes zonas del océano.

En las evaluaciones de impacto en las pesquerías de aguas profundas en alta mar, los autores del informe denuncian el incumplimiento de los criterios establecidos por la FAO así como la ausencia de estos análisis en las regiones.

Duncan Currie, coautor del informe anima a los estados -aunque no pesquen en alta mar- a promover que las resoluciones de la ONU se apliquen “totalmente” al representar los intereses de la comunidad internacional y asegura que es necesario un acuerdo ” para acabar con el daño que está causando a los ecosistemas marinos vulnerables en aguas profundas”.

Se trata de un análisis detallado por regiones de las acciones “requeridas y adoptadas” por los estados destacando además acontecimientos provocados por las resoluciones de la Asamblea General de Naciones Unidas.

La creación de OROP cuyo objetivo es gestionar las pesquerías en aguas profundas en el Pacífico Norte, Pacífico Sur y en el sur del océano Índico, la restricción del uso de algunos aparejos de pesca de fondo “especialmente destructivos” y proteger los ecosistemas marinos vulnerables, figuran entre los nuevos acuerdos propuestos.

Recomendaciones para ecosistemas vulnerables

Prestar mayor atención a las evaluaciones de impacto o adoptar un enfoque “más cuidadoso” en los ecosistemas vulnerables sin medidas de protección necesarias, representan algunas de las recomendaciones del informe hacia las OROP y a los estados.

Naciones Unidas se reunirá en Nueva York los próximos 1 y 2 de agosto para analizar la aplicación de varias resoluciones históricas adoptadas por esta entidad con el objetivo de evitar futuros daños a los ecosistemas de aguas profundas además de protegerlos de las prácticas pesqueras destructivas.