El cárcamo de bombeo que se proyectó construir sobre la calle Amado Nervo y avenida Vergel es con el cual se pretende dotar de agua residual a la planta de tratamiento del club El Campestre para que ésta comience a operar, confirmó la Comisión de Agua del Estado de Durango (CAED.)
El encargado de la delegación regional en La Laguna de Durango, Manuel Rosales aseguró que es la obra clave del proyecto para que el club deje de utilizar el agua potable de tres pozos que tiene concesionados, en algunos de sus lagos y el riego del campo de golf y demás áreas verdes.
Encargados del Sistema Descentralizado de Agua Potable y Alcantarillado (Sideapa) fueron quienes ubicaron la calle Amado Nervo como el punto propicio para construir el cárcamo, pues en ese sector confluyen las aguas residuales de la colonia Santa Rosa y parte de la zona Centro de la ciudad, en un colector de 42 pulgadas de diámetro.
Por ese motivo es que los habitantes, tanto de esa calle como la Sánchez Álvarez, Alberto M. Alvarado y otras, padecen de los brotes de aguas negras cuando se registran lluvias, ya que la red está muy saturada y el proyecto era, además, la solución a este añejo problema, dijo el responsable de CAED.
Por todo el gasto de agua residual que ahí se presenta, el cárcamo tendría capacidad de bombear los 30 litros por segundo que la planta de tratamiento del club necesita para operar, y cuyo caudal es el mismo de agua potable que está utilizando en el riego de las áreas verdes.
Además, se construiría una línea de conducción en 1,600 metros de longitud con tubería de acero y PVC de ocho pulgadas de diámetro, toda la obra con un costo de seis millones de pesos que ya están aprobados en el programa de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento para las Zonas Urbanas.
La construcción de la tratadora de El Campestre inició desde abril de 2014, con una inversión total por 27.5 millones de pesos de ese mismo programa.
BUSCARÁN OTRA UBICACIÓN
.Tras la resistencia de los vecinos de la calle al arranque de obras, la dependencia estatal ya busca otro punto para ubicar el cárcamo de bombeo.
Manuel Rosales aseguró que sí se consultó a los vecinos y se les informó sobre el proyecto, haciéndoles saber que les representaría un beneficio porque al captar el agua residual, dejarían de tener problemas con los brotes de aguas negras en sus registros.
Incluso algunos de ellos fueron a conocer una obra similar que se ejecutó en la colonia César G. Meraz, de Lerdo, y quedaron convencidos de que no les afectaría, pues el cárcamo estaría totalmente sellado sin emitir malos olores ni generar problemas de salud.
