Época de estiaje en la región.

Se conoce como época normal de estiaje al período de lluvias mínimas o nulas en las cuencas de los ríos Nazas y Aguanaval, que ocurre durante siete meses entre noviembre a mayo de cada año, con excepción de algunas escasas lluvias ocasionadas por los frentes fríos en la temporada de invierno.

La falta de lluvias durante el estiaje se magnifica al incrementarse el calor en la medida en que transcurre la temporada de primavera y al disminuir la presión en las redes de distribución en algunos sectores de las ciudades al aumentar el consumo de agua, generando percepciones y pronósticos entre la población sobre una posible sequía.

Ahora nos encontramos en plena época normal de estiaje y pronto se va a presentar una mayor demanda de agua en las ciudades del valle de la Comarca Lagunera, por lo que los organismos operadores de los sistemas se deben preparar para proporcionar un servicio continuo de abastecimiento de agua con presiones adecuadas.

Por otro lado, está por iniciar el ciclo agrícola en el Distrito de Riego 017, aprovechando el agua almacenada en el sistema de presas Palmito-Tórtolas, proveniente de los escurrimientos en la cuenca alta del río Nazas que se captaron en el 2015. El agua almacenada en ambas presas es de 1,933 millones de metros cúbicos (Mm3) y el volumen autorizado para este ciclo de riego (marzo-julio) es de 800 Mm3.

Cabe mencionar que la mayor parte del año, excepto durante el ciclo de riego y ocasionalmente en las avenidas extraordinarias, el cauce del río Nazas permanece seco entre la salida del cañón de Fernández y la represa de San Fernando. El único tramo del río Nazas que conserva escurrimientos o humedales durante los meses de agosto a febrero está entre la presa Palmito y el cañón de Fernández, debido al flujo mínimo de agua que se conoce como "caudal de estiaje", el cual debería permanecer en forma continua todo el año hasta la represa de San Fernando para conservar y proteger los ecosistemas que se desarrollan en la ribera del río.

Esta época de estiaje no debe ser motivo de preocupación, puesto que es temporal y una vez que termine volverá a presentarse el período de lluvias entre junio-octubre. Lo que debemos hacer es aprender a cuidar el agua, utilizándola más eficientemente en las ciudades, tanto en los domicilios como en las escuelas, comercios, industrias y servicios públicos.

Adicionalmente, si se requiere y se puede, en algunos domicilios conviene instalar cisternas con hidroneumáticos para amortiguar las deficiencias en la distribución del agua de los sistemas municipales de abastecimiento, aunque cabe aclarar que no es la mejor opción porque se transfieren a los usuarios los costos de almacenamiento y bombeo del agua.

Cualquier pronóstico para este año en este momento es aventurado, necesitamos esperar hasta que termine la época de estiaje y empiece la temporada de lluvias en el verano cuando ocurren los huracanes en el océano Pacífico.