PALMILLAS, Escuinapa._ Los recursos económicos se perdieron así como perdió el agua que había captado la represa de esta sindicatura. La obra arrancó con el anuncio de un monto de inversión de 4 millones de pesos, sin embargo, sólo se aplicaron 1.5 millones en el embalse que hoy está reducido a escombros.

Los anuncios de esta obra, que aseguraban terminaría con el desabasto de agua para ejidatarios, productores y la población de diversas regiones, fueron recibidos con esperanza, pues el problema de la falta de agua es añejo en esta zona llamada irónicamente Ojo de Agua de Palmillas.

La represa se terminó de construir en agosto del año pasado. Los 4 millones de pesos que se habían gestionado en 2014 ante la Federación llegaron de la Comisión Nacional de Zonas Áridas.

Sin embargo, a menos de un año sólo quedan escombros y resequedad en el embalse, y también el desconsuelo de ejidatarios y pobladores, pues finalmente siguen sin agua.

“Cuando vimos el agua (en el embalse) estábamos bien alegres, pensamos que por fin íbamos a tener agua, pero toda se filtró, el agua se fue, en diciembre ya no teníamos nada y eso que llovió mucho ese mes”, señala el presidente de Vigilancia del Comisariado Ejidal de Palmillas, Salvador Toledo García.

La filtración era por todos lados, agrega, no fue un solo lugar, aunque un hoyo sobresale; lo que era la cortina del embalse se destruyó, el cemento se cayó, y se formaron socavones bajo el concreto que se colocó.

La obra finalmente se trata de recursos tirados a la basura, pues nadie supervisó la obra, ni siquiera la Conaza estuvo pendiente de que las cosas se hicieran bien, lamenta.

Toledo García dice que el constructor que terminó la obra les afirmó que jamás había hecho una represa.

Fue una obra nueva para ellos, añade, pero al ver la magnitud de los daños aseguró que acudiría en marzo para tratar de arreglar lo que no estaba bien, sobre todo lo relacionado a filtraciones.

“Nosotros creemos que lo que debieron haber hecho es supervisar, nosotros queríamos una obra bien, que vinieran y la hicieran bien, no esto, de nada nos sirve así, debieron haber venido los de Conaza, eran recursos para aplicarse bien”, expresa el presidente de Vigilancia del Comisariado.

Menciona que tal vez para algunos tener una obra en la zona rural no es motivo suficiente para hacer un buen trabajo, pero para ejidatarios, productores y vecinos del lugar era de gran importancia, ante la escasez de agua, que es un reclamo constante de la comunidad.

Señala que aunque se anunció una inversión de 4 millones de pesos, se les informó que por “algunos ajustes” sólo se ejecutarían millón y medio, lo cual finalmente de nada sirvió.

De esta obra sólo se puede concluir, asegura, que falló la supervisión y la constructora, pues la hicieron personas que no sabían o decidieron ahorrar recursos.

‘¡Hay agua!’

El presidente de la Comisión de Vigilancia de Palmillas, Salvador Toledo García, dijo que el único beneficio que dejó la construcción de la represa en la sindicatura de Palmillas es la perforación de dos pozos que han mostrado abundancia de agua.

Estas excavaciones se ubican a 50 metros de la represa, fueron hechas para tener agua para la obra. En un solo día se sacaron 11 pipas de uno de los pozos, lo cual es una muestra de que es un venero importante, expresó.

“Se debería de buscar la manera de que en esos pozos se haga algo que permita bombear el agua hasta el pueblo, son veneros importantes, estamos en secas y siguen dando agua, así se solucionaría este problema”, mencionó.

RECURSOS

Aunque al arranque de la obra se anunció una inversión de 4 millones pesos para la construcción de la represa en la Sindicatura de Palmillas, finalmente sólo se ejecutó un millón y medio.

“Cuando vimos el agua (en el embalse) estábamos bien alegres, pensamos que por fin íbamos a tener agua, pero toda se filtró, el agua se fue, en diciembre ya no teníamos nada y eso que llovió mucho ese mes”.

Salvador Toledo García

Presidente de la Comisión de Vigilancia de Palmillas