La operación de la Planta Potabilizadora Proaño está detenida, debido a que la calidad del agua procesada no es estable, y por ello no se ha logrado alcanzar la producción para la que tiene capacidad el proyecto.
Arturo Torres Luna, director del Sistema de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Fresnillo (Siapasf), reveló que para poner en funcionamiento la planta es necesario invertir recursos económicos en un proyecto para dar un pre tratado al agua que les otorga la empresa Fresnillo PLC.
Aseguró que de lo contrario se pondrían en riesgo los equipos de la potabilizadora y presentarían fallas al poco tiempo de la puesta en marcha, además de que la producción y la rentabilidad no serían las óptimas.
La obra de la construcción de la planta terminó hace más de un año y hace cuatro meses el proyecto fue entregado al organismo paraestatal.
Torres Luna comunicó que desde que la obra fue terminada opera de manera intermitente, es decir, en periodos de prueba.
“En este período de prueba, la planta no ha generado el caudal para el que tiene capacidad, pero ésto no obedece a fallas técnicas de la potabilizadora, ni del equipamiento, sino porque no se ha logrado estabilizar la calidad del agua que nos envía la empresa”, explicó.
Detalló que Fresnillo PLC otorga a la planta entre 150 y 200 litros de agua por segundo, líquido que se extrae del subsuelo de la mina, de los que se pretende obtener una producción de agua potable de 150 litros por segundo para integrarlos a la red de distribución.
El que la calidad del agua no se ha podido estabilizar se refiere a que parte de ese líquido viene más cargado de minerales que el resto, lo que ocasiona que al procesarlo sea más lo que se deseche que lo que se obtiene de agua potable.
Además de que esta situación pone en riesgo a los equipos de la planta y omitir ésta situación sería una irresponsabilidad, detalló, ya que en el proyecto se invirtieron más de 47 millones de pesos y el reparar una falla sería económicamente cuantioso.
“Necesitamos estabilizar la calidad del agua que llega a la planta, ya que al estar cargada de minerales e incluso hemos recibido materiales sólidos, esto implica que las membranas se tapen, no se procese bien y que la cantidad de desecho sea mayor que la cantidad de producción”, añadió.
Incluso, dio a conocer que en las pruebas que se han realizado la producción ha sido muy variable, ya que en ocasiones han logrado obtener hasta 95 litros por segundo y en otras sólo entre 35 y 45 litros por segundo.
“La planta es funcional, pero lo que no queremos es cometer un acto de irresponsabilidad, de ponerla en marcha con una calidad variante que nosotros sabemos que en un lapso corto la podría llevar a daños muy graves, pues de lo contrario sería llevarla a una descompostura mayúscula”, precisó.
Reveló que por lo anterior se ha reunido con directivos de la compañía, ya que esa situación les corresponde a ellos, pero les han manifestado que resulta complicado lograr una estabilidad de la calidad del agua.
Ante este panorama, el director del organismo paraestatal dio a conocer que realizó gestiones ante la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la Secretaría de Infraestructura (Sinfra) de Zacatecas y la Secretaría de Agua y Medio Ambiente (SAMA) a fin de encontrar una solución a este conflicto.
Gracias a ello, una empresa presentó un proyecto –del que la Conagua asumió el costo– donde se determinó que el realizar un retratado del agua enviada por la mina sería la solución.
Frente a ello, Torres Luna informó que trabajan en la integración del expediente y se tiene programado se cristalice en poco tiempo, pues argumentó que la operación de esta planta está a días, pero necesitan menos de medio millón de pesos.
Comunicó que a la fecha se analiza también si será la empresa Fresnillo PLC, la Conagua o el Siapasf quien deberá asumir el costo del proyecto.
La planta potabilizadora forma parte de las obras del Compromiso Presidencial y su construcción inició en diciembre de 2013. Fue el gobierno federal quien asumió la inversión de la planta, proyecto que ejecutó la Sinfra.
