“Los conflictos sociales por el agua no empiezan en el ataque por la conquista, sino en la defensa del territorio por parte de los agraviados”, declaró la Dra. Karina Kloster en la quinta mesa del Ciclo de Conferencias El Saber del Agua, el pasado lunes 15 de agosto en el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM. El debate se centró en el tema “Conflictos por el agua”, el cual se abordó desde la sociología, las ciencias administrativas y la gestión intercultural.
La Dra. Kloster, profesora e investigadora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, compartió los avances del proyecto de investigación que desarrolla desde el 2010, cuyo objetivo principal es contrastar la trayectoria de los modelos de gestión del agua de acuerdo al análisis comparativo entre los regímenes políticos (conservadores y populistas) instaurados en los Estados-Nación de América Latina.
Aseguró que el agua, al ser un elemento constituyente de un territorio, debe ser garantizada por el Estado, y es imperante la necesidad de rendición de cuentas sobre su uso y disponibilidad a los ciudadanos. Además, a mayor exigencia política por parte de la ciudadanía, mayor es la oportunidad de ejercer sus derechos sociales, ambientales, culturales, etc.
Por último, añadió que la investigación ha generado sublíneas de estudio, debido a que no sólo se debe abordar el tema de la distribución del agua potable y el saneamiento, sino como elemento relacional con otras actividades productivas, por ejemplo: el uso del agua en la minería.
Por su parte, el Dr. Jorge Alejandro Silva Rodríguez de San Miguel del Instituto Politécnico Nacional, dio una breve introducción sobre la gestión del agua en México. Expuso la diferencia del concepto de gestión de acuerdo al uso público o privado, y agregó que, la gestión en México es doblemente compleja debido a las características del territorio y de las órdenes organizativas que la administran. Asimismo, comentó que la mayoría de los conflictos por el agua se enfrentan a largas listas de espera debido a la falta de espacios para la toma de decisiones y/o soluciones locales, generando una dependencia de los ritmos de trabajo por parte de las instituciones federales.
Finalmente, el Dr. Itzkuauhtli Zamora Sáenz, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, describió cómo el paradigma urbanizador ha generado conflictos en la preservación y sanitización de los ríos urbanos, particularmente en la Ciudad de México.
Comentó que, además de que los ríos son considerados como afluentes propicios para la sedentarización de las sociedades, pueden tener funciones integradoras en las cuales se establecen las fronteras sociales y se cohesiona la identidad colectiva; en otras palabras: “nos reconocemos de este lado del río”. Asimismo, el río puede ser considerado como ese espacio relacional donde múltiples actores depositan usos y representaciones que compiten sobre el territorio.
De acuerdo con esto, los paradigmas de organización juegan un papel importante en la creación de territorios (entornos naturales) y en la planeación de los sistemas de desarrollo modernos (industrialización), los cuales no necesariamente son socialmente incluyentes y ambientalmente benéficos, sino que por el contrario rompen con la intención natural de los ríos, convirtiéndolos en espacios controlados de extracción y expulsión del agua para uso y consumo humano.
En la actualidad, la mayoría de los ríos de la Ciudad de México se encuentran entubados, desecados y/o pavimentados debido a las grandes obras que se concretaron desde los años veinte. Muchos de estos conflictos se suscitan por la incomprensión de su funcionalidad, por lo que es necesario una replaneación de la ciudad que considere una coexistencia entre la sociedad y la naturaleza, en búsqueda de la sustentabilidad urbana.
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