Permite a cualquier persona acceder a información sobre la distribución, uso y calidad del líquido

La UNAM, por medio del Programa de Manejo, Uso y Reúso del Agua (Pumagua), presentó el Observatorio del Agua, cuyo objetivo es fomentar el mejoramiento del sistema de manejo del líquido en esta casa de estudios.

El observatorio se despliega mediante una plataforma digital, de acceso abierto, estructurada en las tres áreas comprendidas por Pumagua: consumo de agua, calidad de la misma y participación social. En los dos primeros renglones se cuenta con información en tiempo real, que posibilita identificar eventualidades con prontitud, como fugas que requieren de atención inmediata, e irregularidades en la dosificación de cloro del recurso potable.

La herramienta de análisis, presentada en rueda de medios, permite comunicar incidentes a la Dirección General de Obras y Conservación y a entidades e instancias universitarias, así como difundir y lograr una retroalimentación con la comunidad.

Luis Álvarez Icaza, director del Instituto de Ingeniería, explicó que la Red Universitaria del Agua conjunta a profesionales de distintas especialidades, quienes analizan el problema de ese recurso de manera integral. A partir de esa red, se planteó a las autoridades universitarias la necesidad de que esta institución contara con el Pumagua.

En cerca de 10 años ha sido muy exitoso en conseguir que se modifiquen las prácticas de utilización del líquido. Se ha hecho “una gran labor en la reducción de los volúmenes de agua consumida y otra, muy importante, en la mejora de su calidad”.

El Observatorio del Agua, en tanto, es un sistema de monitoreo en tiempo real, que permite a cualquier persona acceder a información en torno al volumen, calidad y distribución de agua potable, para que “sepamos qué ocurre en toda la Universidad, no sólo dentro de Ciudad Universitaria (CU)”, precisó.

Avances

Fernando González Villarreal, director del Pumagua, recordó que en 2008, 135 mil personas desarrollaban su actividad en CU. Como en cualquier otra ciudad había problemas de pérdidas de agua del orden de 40 por ciento, y se tenía un líquido que no podía beberse directamente.

En aquel año, del recurso que se extraía de los tres pozos que abastecen al campus, equivalentes a cien litros por segundo, en la red y en los edificios se perdía la mitad, es decir, 50 litros, y la utilizada para regar (reusada) no cumplía con las normas porque tenía coliformes y otras bacterias inaceptables.

Hoy en día, las pérdidas se han reducido a la mitad o menos. Para lograr mejorar aún más se requiere cambiar tuberías, trabajos que comenzarán en 2017. La meta es reducir las pérdidas a 10 por ciento, anunció.

Además, actualmente se tiene agua que puede beberse en cualquier parte, “pues contamos con un sistema completo de monitoreo y una planta de tratamiento de las más modernas en América Latina, consistente en un reactor biológico con membranas”, detalló.

De hecho, aclaró, uno de los tres pozos, el de Química, ya casi no se utiliza, pues aunque en CU ha crecido la población a 165 mil habitantes, ha disminuido el consumo.

Al hablar del observatorio, señaló que se cuenta con bases de datos; ahí es posible calcular, por ejemplo, el gasto mensual en metros cúbicos y sus variaciones (con menor consumo en época de lluvias y vacaciones).

Trabajo preciso

Cecilia Lartigue Baca, coordinadora ejecutiva del Pumagua, reiteró que puede observarse el consumo de los últimos años y sus comparaciones, así como los medidores que presentan fugas para que sean localizadas y reparadas. Igualmente, la calidad del agua potable y la que se utiliza para el riego de jardines, que es residual tratada.

Asimismo, pueden monitorearse los bebederos, que aparecen en verde cuando es factible consumir el agua, y si hay algún problema, se muestra en amarillo hasta que queda resuelto.

Pero también se hacen mediciones en tiempo real, de modo que se cumpla la norma. La información se recibe cada cinco minutos y en cuanto se detecta cualquier anomalía, se corrige de inmediato, dijo.

Los universitarios explicaron que el programa está hecho para ser replicado. Por ahora, está presente en CU, en el Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM), en Morelos; el campus Juriquilla y todas las facultades de Estudios Superiores (con excepción de Cuautitlán).

En tanto, el monitoreo en tiempo real está en CU, Juriquilla, la FES Aragón y el CRIM, subrayó Lartigue Baca.

En otros lugares

Debido a que este sistema puede ser ejemplo para otras universidades y comunidades del país, ya se tiene un programa de apoyo hidráulico en Tlaxcala, Oaxaca y Puebla, con ocho municipios que están probando la tecnología; asimismo, la Universidad Autónoma de Baja California Sur recibió asesoría para instalar medidores con un sistema de mensajes vía telefonía celular.

Mediante un convenio con la Secretaría de Desarrollo Social se implementará el programa en unidades habitacionales de la Ciudad de México.