La falta de agua potable en Damasco afecta a 5,5 millones de personas y los niños se encuentran entre los grupos de población más vulnerables ante esa carencia, advirtió este viernes el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF).

Los enfrentamientos entre las fuerzas del Gobierno sirio y los grupos armados de oposición dañaron el sistema de suministro de agua de la capital del país, impidiendo el acceso de sus habitantes a ese servicio desde hace dos semanas.

El portavoz en Ginebra de UNICEF, Christophe Boulierac, explicó en una rueda de prensa que si bien el alto al fuego entre el Gobierno y la oposición armada se mantiene en términos generales, los combates en el barrio de Wadi Barada, en la periferia de Damasco, han cortado el acceso a las dos principales fuentes de agua.

"Los niños tienen la tarea de colectar el agua para sus familias. Un equipo de UNICEF que visitó varias escuelas de Damasco este jueves dijo que la mayor parte de los niños camina al menos media hora hasta la mezquita más cercana o hasta una fuente pública…para conseguir agua", dijo Boulierac.

UNICEF y sus socios en el terreno han abastecido 120 pozos en Damasco y sus alrededores, lo que cubre las necesidades diarias de un tercio de la ciudad.

La agencia también ha suministrado generadores y combustible para ayudar a bombear agua a 3,5 millones de personas y está lista para reparar las fuentes y la red de suministro tan pronto como obtenga acceso.