360 personas tienen problemas de salud por consumir agua contaminada.

Hermosillo, Sonora.- Altos niveles de arsénico, cobre y plomo han sido encontrados en el agua que consumen los habitantes de ocho poblados situados a orillas del río Sonora.

Los contaminantes son residuos del derrame de 40 mil metros cúbicos de sulfato de cobre acidulado que ocurrió hace casi tres años proveniente de la compañía minera Buenavista del Cobre, de Grupo México.

En el análisis salió a relucir que la cantidad de plomo por litro de agua es de 0.0223 miligramos, más del 25 por ciento del límite establecido por la norma oficial mexicana NOM 127, con lo que se concluye que el agua no es apta para consumo humano.

Loyda Valdez y Elda León, a través de las redes sociales y medios de comunicación, han advertido a la población del riesgo de beber el agua contaminada y han exigido a las autoridades y a la compañía minera que solucionen el problema.

Pidieron la instalación inmediata de las plantas potabilizadoras que fueron prometidas hace tres años por autoridades de los tres niveles.

Grupo México se comprometió a instalar 27 plantas potabilizadoras para los pobladores afectados, pero no ha cumplido con su pacto en los últimos 3 años. Por el contrario, ordenó la construcción de solo 9 plantas para abastecer a 25 mil habitantes.

Cabe resaltar que resta menos de la mitad del Fideicomiso Río Sonora, creado por la empresa para apoyar a los afectados por los derrames. Sin embargo, aún no se construye el hospital para las víctimas ni las plantas potabilizadoras prometidas.

360 son los afectados por el consumo de agua contaminada de los pozos alimentados por el Río Sonora. En el municipio de Ures viven 96 de los enfermos; 73, en Aconchi; 63 más habitan en Baviácora; 53 en Arizpe y 39 en Banámichi.

Entre las afecciones ocasionadas por los tóxicos están problemas dermatológicos, gastrointestinales, oftalmológicos y neurológicos.

En Sonora hay mineras nacionales y extranjeras que explotan recursos sin controles, reglamentos ni vigilancia.