A partir de la década de los ochenta el consumo per cápita de productos de cuidado personal y aseo en el hogar se ha elevado generando un incremento en la descarga en el drenaje de una cantidad mayor de agua con ingredientes activos e inactivos en forma indebida, afectando los sistemas de tratamiento de agua contaminada.
El problema se ha agudizado en el mundo porque se ha detectado en la Antártida la presencia de sustancias químicas de los productos para el cuidado personal. (Mario Zucichelli y McMordo Scott). Tal hallazgo confirma la presencia de plasticidas, antibacteriales, antisépticos, preservativos, bronceadores, fragancias, jabones y cosméticos en el arrecife de coral en el medio ambiente marino de la Antártida.
Sustancias químicas, entre ellas el Triclosan y el Triciocarban de los jabones antibacteriales para el lavado de manos y cuerpo, cuyo uso, así como otros productos químicos antibacteriales y antisépticos para lavado y limpieza está prohibido por la FDA en EU, porque tienen un riesgo asociado con efectos hormonales.
Investigaciones recientes han demostrado que el octinoxate y el oxybenzono, productos químicos usados como bronceadores y en productos para el cuidado personal y de la belleza son tóxicos para los arrecifes de coral. El valor estimado del daño en los arrecifes de coral en Hawaii se estima en US$34 billones. De ahí que en EU muchos productos sin sustancias químicas dañinas, están anotando en sus etiquetas “coral safe” y “reef safe”. (Reef, arrecife).
Para proteger al medio ambiente y la salud humana de las sustancias químicas dañosas se debe suprimir el uso de tales productos y mejorar la tecnología de tratamiento de agua contaminada para evitar toxicidad en los animales acuáticos como pescados, delfines, aves y tortugas.
El objetivo es asegurarnos que los productos usados en el hogar para el cuidado personal, principalmente en bebés y niños, sean productos que permitan mejorar la calidad de vida sin dañar el medio ambiente.
Ejemplo 1: “Antibacterial Solei, gel antibacterial para manos. Elimina el 99.9% de las bacterias”. (No especifica qué bacterias: ¿mesofílicas, coliformes?).
Ejemplo 2: “Gel Klee, elimina el 99,99% de gérmenes y bacterias”. Ambos productos contienen sustancias explosivas y son inflamables.
Conclusión: no utilizar productos en el que aparezca el término “antibacterial” en la etiqueta.