En medio de la sequía, agua se ha convertido en un elemento de lucro. Por cada pozo legalmente perforado, al menos uno más se abrió de manera ilegal. A través del robo del agua se extrae diariamente del suelo miles de litros que son vendidos a precio de oro.
La Conagua calcula que de cada 10 pozos concesionados, uno es ilegal de los cuales en total se extrae el 1% de cada acuífero.
Noel Espinoza Hernández, director de administración del agua del Organismo Cuenca Pacífico Sur indicó que tan sólo en lo que va de este año se han clausurado 40 pozos ilegales y se inició un procedimiento ante la Procuraduría General de la República (PGR) en un caso en donde existe reincidencia.
La extracción de agua de manera ilegal -dijo- es mínima si se compara con lo concesionado, “sin embargo es necesario detectarlo y sancionarlo conforme a la ley”. Las multas van de los 119 mil a un millón 400 mil pesos.
Los pozos clandestinos fueron detectados en la región de la Costa, Istmo de Tehuantepec, Pinotepa Nacional y Valles Centrales. El agua ilegalmente extraída tiene múltiples usos pero prevalece el de la venta en pipas.
De acuerdo con la dirección del organismo Cuenca Pacífico Sur de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en el estado existen 342 títulos de concesión para la extracción de aguas nacionales subterráneas de uso de servicios.
Para venta en pipas 1 millón 243 mil metros cúbicos (m3) de agua subterránea por la cual la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), recauda 3 millones 431 mil 40 pesos trimestralmente.
En el rubro de fraccionamiento es de 2 millones 65 mil 844 (m3) anuales con una recaudación de 5 millones 700 mil 696 pesos; en el ramo turístico se encuentran concesionados 506 mil 430 m3 con una recaudación de 1 millón 397 mil 493 pesos.
Para purificadoras 135 mil 150 m3 y 6 millones 321 mil 971 m3 para otras empresas donde se encuentran las refresqueras y una mina.