NUEVO LAREDO.- Aguas con el agua, las presas están bajas, y de acuerdo con una investigación encargada por el gobierno de Estados Unidos, desde 1980 se ha reducido sustancialmente la cantidad del líquido que llega a la cuenca del Bravo en casi 500 años.
De toda el agua que podría caber en las presas Amistad y Falcón, sólo el 10 por ciento es lo que tiene disponible México, de acuerdo con el último reporte de la Comisión Internacional de Límites y Aguas. Estas dos presas alimentadas por el río Bravo, o río Grande, como es conocido en EU. Las presas están vacías en más de la mitad de su capacidad. El 40 por ciento restante es de EU, y el 10 por ciento es de México en este momento.
Con mayores lluvias, las presas podrían recuperarse, pero actualmente se está viviendo una época seca.
El cambio climático y el calentamiento han tenido efectos en los escurrimientos de agua que alimentan a la cuenca alta del río Bravo, reveló un estudio de varios años, pedido por el gobierno de Estados Unidos, y realizado por el Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR).
“El estudio pinta un cuadro detallado de cómo la temperatura ha afectado la proporción de los escurrimientos de agua -la cantidad de nieve y lluvia que se convierten en ríos-, y los hallazgos podrían ayudar a mejorar las previsiones de abastecimiento de agua para el río Grande, que es fuente de agua para unos 5 millones de personas”, detallaron los investigadores en su reporte, difundido el 11 de mayo.
Los resultados del estudio también sugieren que las proporciones de escurrimientos en el alto río Grande y otras cuencas vecinas alimentadas con nieve, como la cuenca del río Colorado, podrían disminuir más a medida que el clima continúe calentándose.
“Esta nueva comprensión de cómo la temperatura influye en la relación de los escurrimientos de agua podría ayudar a mejorar los pronósticos de suministro de agua, que actualmente no consideran si los próximos meses se esperan que sean más calurosos o más fríos que el promedio. Los autores están evaluando ahora el valor de incorporar las previsiones estacionales de temperatura en las previsiones de abastecimiento de agua para tener en cuenta estas influencias de la temperatura”, explicaron.
El estudio fue publicado en la revista Geophysical Research Letters, y fue financiado por la Oficina de Recuperación del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EU, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) y la Fundación Nacional de Ciencias, que es el patrocinador del NCAR.
“Los usuarios del pronóstico de aguas y las partes interesadas plantean cada vez más preguntas sobre la fiabilidad de las técnicas de pronóstico, y si el clima está cambiando nuestra hidrología”, dijo Wood.
El dato
El agua de las presas Amistad y Falcón pertenece a Estados Unidos y México. De acuerdo con el Tratado de 1944, México debe entregarle casi 432 hm3 anuales de agua a Estados Unidos del río Bravo a través de las presas La Amistad en Coahuila y Falcón en Tamaulipas. En contraparte, Estados Unidos debe entregarle mil 850 hm3 anuales de agua a México del río Colorado de la Presa Imperial en California.
La cantidad que le corresponde a uno y a otro se divide, y varía, de acuerdo con quien consume más. Considerando el consumo, y los derechos de cada país.