Nuevo Laredo-. Desde las 3:00 de la mañana de ayer, Nuevo Laredo estuvo incomunicado con el sur de la República Mexicana, las lluvias provocaron inundaciones que afectaron severamente el flujo vehicular por las carreteras Nuevo Laredo–Monterrey.

A la 1:30 de la tarde, dos carriles de la autopista Laredo se habían desgajado, situación que obligó a las autoridades a cerrar definitivamente la circulación desde el Kilómetro 162 de Nuevo Laredo a Monterrey.

La Policía Federal Preventiva, División Caminos, informaba a su vez, que el cuerpo sur de la Carretera Monterrey-Nuevo Laredo tenía paso libre y con precaución, mientras el nivel del agua lo permitía y exclusivamente para vehículos de carga.

“Se va a abrir en ambos sentidos. Van a circular en contraflujo, en doble sentido, de sur a norte. Del Kilómetro 145 aproximadamente al Kilómetro 175, hacia Nuevo Laredo; a partir de ahí la circulación será normal. Pero únicamente los vehículos grandes, los de carga que todavía pueden pasar esos tramos”, dijo Norberto Zamudio, inspector de la PFP, División Caminos.

A las 6:00 de la tarde, el tráfico ya se había abierto para todo tipo de vehículos, sólo por el lado sur y a contraflujo.

Las autoridades reportaron cerca de 20 vehículos varados, entre los límites de Tamaulipas y Nuevo León, y una incontable fila de tráilers que esperaban llegar a su destino. De Nuevo Laredo, algunos de ellos se dirigían a Saltillo, Ciudad de México e inclusive Monterrey, pero fueron sorprendidos por la inundación.

“Tengo desde las 3:00 de la mañana, ya había realizado un viaje, ya no quería regresar porque me dijeron que ya estaba el paso imposible, pero en la empresa me indicaron que aun la ‘armaba’ y ahora aquí estoy, tratando de salir de este embotellamiento”, dijo uno de los choferes que esperaban bajara el nivel de agua o lo que autoridades señalaran.

Fueron diversos puntos de la carretera en los que el nivel del agua rebasó el pavimento, debido a la creciente del arroyo El Salado, la mayoría corresponden a la jurisdicción de Sabinas Hidalgo, Nuevo León.

“Nosotros estamos apoyando a Sabinas, para mandar la circulación a contraflujo desde el 145 que corresponde a Sabinas hasta el 175 que nos corresponde a nosotros. Todos los encharcamientos ya están en Sabinas”, recalcó el inspector Zamudio.

Desde la garita en el Kilómetro 26 se observaban familias esperando que el clima y las afectaciones en la carretera cesaran para continuar su viaje, los más cansados eran quienes iban al volante.

En el sitio, autoridades de Sedena Plan DNIII-E, Protección Civil y PFP realizaban labores de rescate, especialmente para quienes habían quedado atrapados en el agua, no se reportaron lesionados ni víctimas que lamentar, excepto pérdidas económicas sin cuantificar.

Hasta el cierre de esta edición, la Carretera Nuevo Laredo-Monterrey seguía anegada al tráfico vehicular.