Propuesta en favor de una declaración que defienda los derechos de la naturaleza y del planeta

A invitación expresa de la Presidencia de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Jorge Islas López, académico de la Facultad de Derecho formó parte de un panel de expertos “para sensibilizar al mundo en cuanto a su entorno, el medio ambiente y construir las mejores condiciones de protección en nuestra perspectiva desde una circunstancia normativa por medio de instrumentos internacionales”.

Tras intervenir en el Diálogo Interactivo de la Asamblea General sobre la Armonía con la Naturaleza, dijo que el reto es socializar el tema, es decir, trabajar con otros colegas internacionales en la posible adopción de una declaración en favor de los derechos de la naturaleza y la madre Tierra, que se complemente de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

“Las leyes de protección al medio ambiente están pensadas para el hombre, pero no son leyes de protección para los glaciares, el agua, los ríos, los mares, las montañas, y todo el ecosistema, y a esta nueva forma de protección jurídica que se busca le llaman Jurisprudencia de la Tierra”, explicó.

Agregó que se piensa una nueva jurisprudencia, una nueva ley, nuevas normas, nuevas reglas para que los ecosistemas tengan personalidad jurídica, por sí mismos.

“Parecería una locura, pero no lo es, porque hemos llegado a tal nivel de degradación del medio ambiente que nosotros mismos nos estamos consumiendo; estamos cercenando las posibilidades de crear mejores condiciones de hábitat porque acabamos con nuestros ecosistemas, entonces son alarmas que suenan.”

De lo que se trata, indicó Jorge Islas, es de buscar nuevas reglas que puedan proteger a todo ser vivo en la madre Tierra y en la naturaleza. “Lo anterior hay que diferenciarlo de lo que son la protección al ambiente o la preservación, son cosas distintas, porque todas las leyes que se han hecho en materia ambiental, todas sin excepción alguna, han estado pensadas en el hombre como especie”.

El docente expuso que no hay derechos humanos si no se cuenta con un hábitat donde el hombre pueda vivir con dignidad: esencia y núcleo duro de los derechos humanos.

“Llegamos a un punto en el que las fuerzas económicas no pueden estar por arriba de la viabilidad de nuestro futuro como seres humanos; tenemos que poner un límite, alertar de que en el futuro si dejamos deforestados los campos, inhabitables o inservibles nos iremos autolimitando, y se trata de que tengamos un desarrollo equilibrado y sustentable.”

Avance lento

Sobre la plausible Declaración de los derechos de la naturaleza, el avance es lento, mencionó el académico universitario, porque se requiere del consenso de la Asamblea General de la ONU, y hay varios países que tienen resistencias, porque gran parte de la economía mundial está sustentada sobre mecanismos de incentivos en el alto consumo.

“Tiene que haber un cambio de paradigma, un cambio de cultura, pero sobre todo conciencia, que se está construyendo. No dudo que en los próximos años se pueda generar este consenso dadas las nuevas realidades, aunque la declaración no es vinculatoria sí es de orientación e invita a que en un futuro las legislaciones locales adopten nuevas disposiciones para que a cualquier ecosistema se le otorgue el derecho a subsistir.”

Finalmente, Islas alertó que el planeta está al borde de no poder tener un desarrollo sustentable, “estamos haciendo que la Tierra explote” en paráfrasis del pensador italiano Giovanni Sartori.