El lago Poopó, segundo más grande de Bolivia, creció a más de mil 300 kilómetros cuadrados, casi la mitad de su promedio de extensión, por las lluvias y riadas ocurridas en las últimas semanas en esta nación, informaron hoy autoridades locales.

El gobernador del departamento de Oruro, Víctor Hugo Vásquez, explicó que las comparaciones realizadas a partir de recientes fotos satelitales tomadas en la región, mostraron el doble del agua en el lago, respecto a la existente en el 2016.

Subrayó que el futuro del lago dependerá del comportamiento climático, con las lluvias, vientos fuertes, intensidad del sol y las precipitaciones pluviales que se registren en los próximos años.

Registros anteriores mencionan que en 1985 el espejo de agua era de cuatro mil kilómetros cuadrados, con un promedio de tres mil 200, aunque algunos estudios promediaban dicha extensión entre mil 600 y dos mil kilómetros.

Estaríamos hablando de más de la cuarta parte de agua que tenía hace más de 30 años, en sus mejores momentos, pero si tomamos en cuenta los promedios de mil 600 a dos mil kilómetros cuadrados, significaría más del 50 por ciento de recuperación del agua, apuntó Vásquez.

Por la intensa sequía registrada a finales de 2015 el espejo del lago Poopó se redujo a apenas un kilómetro cuadrado, lo cual ocasionó un grave daño a la vida acuática y a las comunidades ribereñas que viven de la pesca.

Sin embargo, con las lluvias ocurridas en diciembre de 2016 y los primeros meses de 2017, pudo recuperar un tercio del agua.

El lago Poopó es de agua salada, el segundo más grande de Bolivia después del lago Titicaca, y ambos están conectados por el río Desaguadero.

De los lagos situados exclusivamente en territorio boliviano es el de mayor tamaño y alberga una gran variedad de flora y fauna, únicas en su especie.

Poopó se ubica en el departamento de Oruro a una altura de tres mil 686 metros sobre el nivel del mar, por lo que, de los grandes lagos de Sudamérica, es el segundo con mayor altitud.