México, 12 Oct. (Notimex).- El titular de la Conagua, José Luis Luege Tamargo, anunció que se elabora el acuerdo para el control y manejo de sequías en México, con lo que se definirá la estrategia para que la dependencia decrete estado de emergencia por ese problema.

En el foro la Gestión de la Vulnerabilidad ante las Sequías, que forma parte de las actividades de los Diálogos por el Agua y el Cambio Climático (D4WCC), el funcionario destacó que el acuerdo responde al aumento en la frecuencia y severidad de los periodos de sequía, cada vez más prolongada e intensa.

Las escasas precipitaciones pluviales han extendido el fenómeno de la sequía hasta hoy, con afectaciones en 54 por ciento del país e impacto en el uso agropecuario y público-urbano, indicó el director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

Señaló que las sequías han evolucionado desde octubre de 2010 y en abril de 2011, fueron críticas, pero pese a la temporada de lluvias, no hubo una recuperación, lo cual obliga, como gobierno federal a implementar acciones y medidas estratégicas para enfrentarlas.

En tanto, Felipe Arreguín Cortés, subdirector Técnico de la Conagua y vicepresidente de la Asociación Mexicana de Hidráulica, explicó que en ese acuerdo se definirán los criterios para determinar las bases para elaborar y ejecutar los programas de acciones a desarrollar durante sequía.

Refirió que en primer lugar se establece la necesidad de instrumentar medidas previas a las sequías, clasificadas por intensidad, como la creación de un fondo financiero, por parte de los organismos operadores y los concesionarios.

Además para determinar los volúmenes de reserva para enfrentar la contingencia ambiental y evitar, en lo posible, una crisis de disponibilidad de agua, agregó.

También se delinearán las bases que servirán en la formulación de las estrategias interinstitucionales para enfrentar la sequía, como la reducción de la demanda de agua y la mejora en el abastecimiento a los grandes usuarios de manera emergente.

También para fortalecer el monitoreo de los pronósticos de lluvias y los niveles de almacenamiento de agua en las presas mexicanas, para que sean transmitidos a la población.

Expuso que el acuerdo también determinará las medidas a tomar durante la sequía para elevar la eficiencia en la distribución y el uso del agua.

Fijar las metas de productividad de los recursos hídricos, mejorar la administración de los organismos operadores de los servicios de agua y la atención a los grandes usuarios de las aguas nacionales, añadió.

Destacó que una vez concluida la sequía, se deberán evaluar las acciones implementadas y perfeccionar las medidas de prevención, al tiempo que se restablece el fondo financiero y los volúmenes de reserva.

De igual forma fortalecer la infraestructura pública e impulsar la eficiencia de los usuarios en el uso del agua y fomentar la investigación de mejores prácticas en materia hídrica.

En esta etapa, subrayó, se requiere la colaboración interinstitucional y social para lograr un ordenamiento territorial con pleno respeto a las áreas de recarga de acuíferos y acorde a la disponibilidad de agua en cada región, así como para incrementar la eficiencia de todos los usuarios y consumidores.

Resaltó que, una vez publicado el acuerdo en el Diario Oficial de la Federación, los concesionarios de las aguas nacionales, como integrantes de los Consejos de Cuenca y los asignatarios de uso público-urbano deberán determinar los programas específicos.

Ello, añadió, para enfrentar las sequías, a fin de reducir su impacto en la población y en los sectores económico y productivo.