"Se está montando una matriz de opinión que al pueblo no le está llegando agua a través del acueducto", dijo el vicepresidente de Exploración y Producción de Pdvsa, Eulogio Del Pino
El agua del río Guarapiche, en Maturín estado Monagas, se encuentra en la actualidad dentro de los parámetros regulares necesarios para el consumos humano, luego del derrame de crudo ocurrido el pasado 4 de febrero de 2012.
Desde la represa de San Vicente, en el municipio Maturín, el Vicepresidente de Exploración y Producción de Petróleos de Venezuela, Eulogio Del Pino, explicó que la calidad del agua de este río es monitoreada constantemente, tanto por especialistas de la Industria Petrolera como por el Ministerio del Poder Popular para el Ambiente.
Este sentido aclaró que serán las autoridades competentes quienes determinarán la reapertura de la planta potabilizadora del Bajo Guarapiche.
Mostró a los medios de comunicación un afluente de agua limpia, lo que desmiente las matrices de opinión que afirman que el hecho ocurrido constituye un desastre ecológico. "Es irresponsable decir que se ha producido un ecocidio", puntualizó.
Destacó que la falta del líquido en las comunidades es atendida con el suministro diario de 2 y medio a 3 millones de litros de agua, a través de camiones megacisternas y jornadas de entrega de agua envasada.
Sin embargo, "se está montando una matriz de opinión que al pueblo no le está llegando agua a través del acueducto", aseveró el directivo.
Además aclaró que la planta potabilizadora del Bajo Guarapiche fue cerrada de manera preventiva y por otro lado PDVSA realizó las reparaciones al acueducto de Amana, el cual presentaba tomas indiscriminadas hechas por grandes latifundistas.
En cuanto a la limpieza, aseguró Del Pino, más de un millón de horas hombre han sido empleadas en la recolección mecánica del crudo en el río Guarapiche, actividad que muestra un avance superior al 95% y que es realizada a la par de las labores de saneamiento, las cuales mejorarán las condiciones del río, contribuyendo también a optimizar la calidad de vida de las poblaciones asentadas en las zona.