Litzy Sanz Nava

 

Tres meses sometidos a un severo racionamiento de agua y la desinversión en proyectos que optimicen el servicio en los municipios Iturriza y Acosta de Falcón, mantiene a cerca de 39 mil habitantes, de ambas jurisdicciones, con dificultad en su higiene personal, la de sus hogares, establecimientos comerciales y hotelería de la zona.

Autoridades de los gobiernos nacional y regional, además de la Gerencia de Hidrofalcón, fueron señalados por vecinos de Chichiriviche, Boca del Tocuyo, Flamenco, Tibana, Blanquillo en Monseñor Iturriza y otros ubicados en el municipio Acosta, de no mostrar voluntad e iniciativa para solventar la crisis.

Voceros comunales de Playa Blanca advierten que el crecimiento demográfico, el incremento de turistas que visitan la zona y que requieren de una mayor demanda del líquido, han sido excusas para que el gobierno y personal de la Hidrológica de los Médanos reactiven proyectos como la ampliación de la planta Tacarigua ubicada en el municipio Acosta.

“Hay días que no llega una gota de agua y, cuando logran enviar un poquito, no dura más de dos horas, tiempo que es insuficiente para satisfacer las necesidades no cubiertas por una escasez de hasta tres días”, precisó Rosa Gómez, habitante de El Blanquillo.

La espera por un mejor servicio de agua es de vieja data para los vecinos de estos municipios, que junto a Silva, son calificados como claves en la entidad, por la masiva concurrencia de turistas que visitan la zona para pasar vacaciones en el Parque Nacional Morrocoy. Hace cinco años, en el marco del plan de emergencias por las lluvias, el Gobierno de Falcón recibió siete millones de bolívares para la referida ampliación.

Hasta ahora, según denuncias emitidas en esa misma fecha por el concejal de oposición Oswaldo Riera, el proyecto de ampliación y otros de interés para subsanar la crisis de agua en el eje costero de Falcón, no se han concretado pese a contar con esos recursos que “nadie sabe dar cuenta de su paradero”.

El edil explicó que en conversaciones con el presidente de la hidrologíca, Alis Olivieris Piña, en marzo de este año, el cuerpo de legisladores municipales fue enterado por el funcionario que el presidente Hugo Chávez no ha aprobado aún los recursos para la ampliación, dejando en el aire diversas interrogantes como las antes planteadas por Riera sobre el destino de los fondos enviados desde Miraflores para atender las emergencias de las lluvias de 2007.

La planta de Tacarigua surte de agua potable a los municipios Monseñor Iturriza y Acosta, según las autoridades de Hidrofalcon. Pero su escenario y eficiencia, con el paso del tiempo y la desinversión, tienden a complicarse, ya que de las tres bombas que existen, solamente funciona una, lo que amerita un chequeo eléctrico al sistema o el cambio de estas máquinas por unas nuevas.

Una planta eléctrica adquirida para cubrir las fallas del servicio en esa zona, debido a que los cortes eléctricos son constantes, falla constantemente, interrumpiendo el bombeo del líquido a las diferentes poblaciones.

Como parte de las sugerencias que población y concejales locales hacen para solventar la crisis, se destaca la propuesta de separar el suministro de agua potable que llega a Tocuyo de la Costa (Iturriza) de otras poblaciones.

Riera indicó que ya que existe la infraestructura para hacerlo. “La propuesta es sustentable porque la tubería que sale de la planta de Tacarigua es independiente de la que va hacia Chichiriviche, Boca del Tocuyo, Flamenco, Tibana, Blanquillo y los poblados del municipio Acosta”, detalló.

Con la realización de ese trabajo se evitaría que cada vez que haya una temporada de vacaciones, el 80 por ciento de la dotación de agua destinada a este poblado se desvía hacia conjuntos residenciales vacacionales, hoteles y posadas.

Demoler el antiguo y precario tanque que está a punto de desplomarse, ubicado en la calle Sucre de Tocuyo de la Costa, también deben ser una prioridad para la hidrológica y el Gobierno. “Es necesario la reubicación de la tubería matriz que surte a la población de Blanquillo, así como la construcción de un depósito para agua que permita el suministro del líquido a la población de El Alto de la Alegría. Desde hace una década sus habitantes se abastecen a través de camiones cisternas.

 

Una década de racionamientos

En los municipios costeros (Silva, Iturriza, Acosta, Cacique Manaure, San Francisco, Palmasola y Píritu), el racionamiento de agua es permanente con períodos de dos a tres veces por semana, desde hace 10 años.En ese mismo período de tiempo, la solución al déficit del servicio se ha convertido en una promesa electoral que luego, se gane o se pierda, es engavetada hasta la siguiente campaña electoral. De lo ofrecido hasta la fecha, sólo 25% de las obras para aducción de agua en zonas rurales aislada se ha concretado.