Ernesto Guerrero L.
Muestras analizadas por Digesa contenían bacterias, bacilos y desechos orgánicos en descomposición. Ordenan a embotelladora Demesa retirar del mercado todos sus productos. Increíble, hasta abastecía a la PCM.
La Dirección General de Salud Ambiental (Digesa) ordenó el cierre definitivo de la empresa embotelladora Demesa por fabricar y comercializar en Lima agua carbonada y hielo presuntamente contaminados con bacterias, bacilos, larvas, hongos y hasta desechos orgánicos en descomposición, no aptos para el consumo humano.
En muestras de agua analizadas por peritos de dicha entidad pública, dependiente del Ministerio de Salud, se detectó incluso la presencia de amebas que son bichos unicelulares de forma cambiante, los cuales se desplazan mediante falsos pies y parasitan en los animales.
Las personas que ingieren este tipo de microorganismos pueden generar severas infecciones intestinales, explicó el gastroenterólogo Luis Sebastián Del Río. Los estudios desarrollados por Digesa también comprobaron la presencia de bacterias cocoides en el agua producida por Demesa.
Según el ginecólogo Miguel Humberto Carbajal, este tipo de bacterias son altamente tóxicas y suelen generar infecciones en los órganos reproductivos de las mujeres y cuyo tratamiento demanda fuertes dosis de antibióticos.
De acuerdo a la Resolución Directorial 0065.2012, la compañía embotelladora no solo producía y comercializaba agua de mesa y hielo contaminados, sino, además, carecía de las instalaciones adecuadas para garantizar la inocuidad de los productos que elaboraba.
Demesa es una empresa con más de 40 años de antigüedad que ofrecía agua con gas y sin gas en botellas descartables personales de 650 ml. y de dos litros, así como en bidones sellados de 20 lt.
Estaba muy bien posesionada, controlaba un 20 por ciento del mercado limeño. No se vendía en bodegas, pero sí en supermercados como Tottus, Wong y Metro. Además, abastecía directamente a instituciones públicas y privadas.
Entre sus clientes figuraba el Palacio de Gobierno, la Presidencia del Consejo de Ministros, el Poder Judicial e incluso la propia Dirección General de Salud Ambiental (Digesa).
PRINCIPIO DEL FIN
Esta entidad inició en mayo pasado todo el proceso investigatorio que culminó con la clausura definitiva de Demesa, debido a un reclamo formal formulado por la Oficina de Asuntos Administrativos de la Presidencia del Consejo de Ministros, cuyos trabajadores se quejaron de que el agua que les daban tenía un fuerte olor a cloro.
Se demostró que las muestras recogidas de ese lugar no eran aptas para el consumo humano. Lo propio se comprobó con otra muestra recabada de un bidón asignado para el cosumo del personal de la embotelladora en su propia planta, ubicada en la Av. República de Panamá 4151, Surquillo.
Por estas razones, Digesa resolvió clausurar definitivamente la embotelladora Demesa e imponerle una multa de 60 Unidades Impositivas Tributarias (S/. 219.000). También otorgó a los dueños un plazo de 15 días para que retiren del mercado todos sus productos.
DEMESA APELA Y DENUNCIA VIOLACIÓN DEL DEBIDO PROCESO
1.Alejandro Mendieta Costa, asesor comercial de la embotelladora Demesa, anunció que la empresa apelará la drástica sanción por haber sido emitida unilateralmente, violándose el debido proceso.
2.El directivo aseguró que Digesa recabó las muestras supuestamente examinadas sin notificar a la empresa. En estos casos, explicó, la entidad indagada tiene el derecho de participar en la diligencia con sus peritos. "Se suele recabar tres muestras, una para el ente investigador, otra para la firma investigada y la tercera es guardada y solo podrá ser usada si se quiere dirimir sobre el resultado final", indicó.
3.Según Mendieta Costa, no se cumplió con este procedimiento elemental por lo que es inválido todo el proceso. "Agotaremos la vía administrativa y acudiremos a los tribunales, de ser necesario", sostuvo.
4. Informó, además, que la empresa creada hace 44 años seguirá produciendo normalmente porque la resolución directoral de clausura no ha sido ejecutada por la autoridad municipal, como corresponde.
¿SABOTAJE?
La resolución directoral de clausura fue emitida el 19 de noviembre último, pero recién se dio a conocer la noche del 20. A través de correos electrónicos se notificó ese mismo día a todas las empresas distribuidoras de los productos de Demesa sobre la medida, a fin de que paralicen las ventas.
Trabajadores que pidieron no ser identificados dijeron que la clausura se debería a un posible sabotaje y atribuyeron el plan a una pareja de ingenieros que fue despedida a principios de año por medidas disciplinarias. Presumen que antes de irse hayan contaminado los tanques de agua de la planta industrial.
