El viernes 30 de noviembre de 2012 se llevó a cabo en la Torre de Ingería, el taller “Tratamiento de Acuíferos a través del Suelo como parte del Manejo de Recarga Acuífera Artificial (Soil Acuifer Treatment as part of Managed Aquifer Recharge), que impartió el doctor Haim Cikurel, consultor independiente que ha estado en contacto con la Universidad Hebrea y que tiene 35 años de experiencia en la aplicación de este tipo de tecnología. Además de esta exposición, se presentó el ante proyecto del Instituto de Ingeniería para la optimización y aprovechamiento hídrico en la cuenca del Río Sonora, a cargo de la maestra Adriana Palma, coordinadora del grupo de análisis sobre Agua Subterránea de la Red del Agua  UNAM.
Entre los asistentes se contó con la presencia de funcionarios de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), en particular de la Gerencia de Agua Subterránea, del Organismo Operador de Hermosillo, representantes de organizaciones y consultores, así como becarios del Instituto de Ingeniería de la UNAM.
Entre los temas abordados se trató el fomento de la recarga artificial de los acuíferos a través de lagunas de infiltración, utilizando el suelo como un filtro natural que ayude a depurar las aguas residuales, es decir, los sistemas SAT. De acuerdo con la experiencia del ponente, con este método se han logrado reducir los niveles de materia orgánica, los virus, bacterias y otros patógenos que merman la calidad del agua, por lo que queda la posibilidad de tener agua potable, sin embargo, los micro-contaminantes, como los antibióticos, aún son un reto para el tratamiento del agua residual.
La forma en que funciona este método consiste en dar un tratamiento previo al agua, principalmente si contiene contaminantes como metales pesados, para después pasarlo por el filtro de suelo y luego dar un tratamiento posterior, que permita lograr la calidad necesaria para recargarla en los acuíferos. Esta tecnología depende de factores como: airear el suelo constantemente, evitar que se sedimente el fondo de las lagunas y hacer la infiltración de manera intermitente, para que se pueda mantener la calidad en el tiempo.
Esta forma de tratamiento es muy útil para acuíferos libres pero inutilizable para acuíferos confinados; por esta razón se debe tener claro el tipo de sistema en el que se pretende aplicar este tratamiento. Una de las ventajas que tiene es el ahorro de electricidad y la posibilidad de utilizar las bacterias presentes en el suelo como degradadores naturales. El procedimiento permite ahorrar en la construcción de mega plantas de tratamiento.
Por la parte del anteproyecto del Instituto de Ingeniería, la maestra Adriana Palma mostró los resultados del balance hídrico que se realizó en la Cuenca del Río Sonora, así como la propuesta de utilizar lagunas de infiltración para recargar los acuíferos locales. Una de las conclusiones del estudio fue que no es necesario hacer un transvase como el propuesto en el plan Sonora SÍ. Al respecto hubo varias preguntas, las cuales versaron sobre la técnica que se utilizó para medir los caudales que tendrían las lagunas.
Al final del curso el doctor Cikurel mostró dos casos comparativos de sistemas SAT hechos en Israel, en comparación con los métodos utilizados en Estados Unidos. Uno de los puntos de diferencia que se mostraron entre los sistemas fue el de los costos que cada uno representa.