Hay que valorar la oportuna decisión del gobierno municipal de aprobar una Ley de Protección y Conservación del Agua en Santa Cruz. La crisis desatada en La Paz por la falta del líquido vital, producto del cambio climático y la sequía, ha desnudado ineficiencias, corrupción y alarmantes carencias institucionales de Bolivia en materia de servicios públicos.

El propósito de la norma local es garantizar la provisión de agua ante la eventualidad de carencias generadas por la expansión demográfica de la ciudad, lo que exige mayores obras de infraestructura. Según estudios revelados por EL DEBER, los mayores problemas pueden aparecer en el año 2030, lo que deja a los diversos sectores involucrados frente a la necesidad de tomar acciones rápidas para evitar una crisis.Hasta el momento, la gestión de la cooperativa de servicios públicos Saguapac ha sido excelente, pero se requieren más medidas preventivas para que el agua no falte en los hogares de los cientos de miles de cruceños.

Uno de los elementos interesantes de la ley es que se establecerán sanciones contra aquellos ciudadanos o empresas que malgasten el agua. Para que haya un cambio es fundamental un cambio de mentalidad en la sociedad en sentido de proteger un recurso que es cada vez más escaso en nuestra región y en el mundo. Para apuntalar este objetivo se lanzará una campaña de concienciación que permita involucrar a todos los sectores sociales que puedan ayudar a proteger el líquido elemento y se pueda avanzar hacia una ciudad en armonía con el medioambiente.

Debemos avanzar como sociedad en el reciclaje del agua en los hogares, de forma tal que reutilicemos las aguas que hemos usado, por ejemplo, para lavar platos y pisos. Nuestros ingenieros y técnicos deberían establecer formas prácticas para que la gente participe en este cometido. La administración del agua es un asunto crítico porque en ella está en juego la salud de millones de personas. No se puede improvisar y se debe actuar con prontitud y firmeza para evitar un colapso del sistema.

Un observatorio de gestión integral del agua y el programa Agua es vida serán los puntales de la política municipal para la protección de los recursos hídricos. Ojalá las buenas intenciones no queden en letra muerta ni en medidas burocráticas sin efectos concretos y medibles sobre esta apremiante situación. Cuidemos el agua, de ello depende la vida de millones de personas