Luego de un estudio llevado a cabo por el Centro de Geociencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) donde se detectó que los acuíferos de siete estados de la república, incluido San Luis Potosí, presentan alta concentración de arsénico y fluoruro, es decir, contaminación radioactiva, el director general de Interapas, Alfredo Zúñiga Herverth, rechazó estos señalamientos y aseguró que el único problema existente en el agua de esta zona es el flúor.
Al ser cuestionado en ese sentido, afirmó que el agua de la zona metropolitana de San Luis Potosí no presenta contaminación radioactiva, y actualmente todos los pozos están siendo revisados y monitoreados diariamente, en insistió en que "el único problema que tenemos es el flúor, pero está dentro de los estándares y límites permitidos, estamos cumpliendo con la normativa".
Indicó que el agua proveniente de la presa El Realito es un soporte, pero no por la calidad sino para evitar el abatimiento de los pozos: "El Realito abastece al 16 por ciento a la ciudad, la presa San José a un 20 por ciento, y el resto es de pozos; San Luis hoy depende y ha dependido siempre de pozos", manifestó.
Cabe señalar que incluso la presidenta de la Comisión de Agua en el Congreso del Estado, María Graciela Gaitán Díaz, declaró que a mayor profundidad de extracción de agua de los pozos existe más probabilidad de que contenga sustancias toxicas que afecten la salud, por lo que, acerca de si representaría un riesgo debido a que la zona metropolitana de San Luis Potosí depende del líquido proveniente de pozos, Zúñiga Hervert recalcó que "no, porque estamos monitoreando todos los pozos y están dentro de los límites permitidos".
No obstante, reconoció que la condición actual de los pozos es preocupante porque no hay un stock suficiente, pero agregó que la Junta de Gobierno de Interapas aprobó alrededor de cinco millones de pesos para comprar bombas; esta cantidad proviene de un recurso de 68 millones de pesos que se ahorraron cuando construyeron la presa El Realito, ya que en ese entonces ese monto se le dio a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por adelantado y al dar cuenta de ello la Comisión Nacional de Agua (Conagua) ordenó que fuera devuelto al organismo operador a través del consumo.