Sergio Pacheco Hernández, director de la Facultad de Química de la Universidad Autónoma de Querétaro, señaló que es un problema de salud pública la concentración de arsénico y floururo en el acuífero Lerma-Chapala, el cual se presenta en aguas subterráneas de la capital, San Luis Potosí, Aguascalientes, Zacatecas, Durango y Sinaloa, de acuerdo con un estudio realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México.
Dijo que esta problemática se tiene que atender de inmediato y las autoridades correspondientes deben darle seguimiento para conocer lo que ocurre en este cuerpo de agua.
“La realidad es que es preocupante, ahí debería de tomarse medidas inmediatamente, para sobre todo salvaguardad la salud de la población que esté alrededor de ellos, o los que la consumen, si es importantísimo”, alertó.
Como lo publicó Plaza de Armas, el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ) realizó una medición de radioactividad a solicitud del Centro de Geociencias de la Universidad Nacional Autónoma de México, Campus Querétaro, donde se informó que el pozo de agua que abastece a la población de La Cantera, comunidad de San José Iturbide, registró niveles de radioactividad alarmantes, los cuales demostraron la existencia de 2.3 becquereles por litro, cuando la norma nacional considera como el máximo aceptable 0.56 becquereles por litro, es decir, la radioactividad es cuatro veces mayor del límite permitido.
El arsénico es un elemento semimetálico sólido de color gris metálico, que forma compuestos venenosos; se usa principalmente en la fabricación de vidrio para eliminar el color verde causado por las impurezas y en la fabricación de gases venenosos; los efectos perjudiciales que tiene en la salud por la ingesta prolongada se relacionan con el desarrollo, neurotoxicidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Algunas investigaciones revelan que los pacientes expuestos al arsénico pueden presentar destrucción de los cilindros del axón, lo cual puede provocar una neuropatía periférica. Esto se ha reportado tanto en exposiciones agudas a dosis altas como en exposiciones repetidas a niveles menores.
Por esto, el director de la Facultad de Química hizo un llamado para que tanto el sector salud como la Comisión Estatal de Aguas realicen una revisión exhaustiva y den a la población una respuesta inmediata acerca de la situación que se vive en La Cantera.
“Primero hay que detener el consumo de agua de esos lugares para evitar efectos secundarios en la población, y hay que tomar las acciones pertinentes para ver cuál es la fuente de contaminación, leí que probablemente de un tiradero de deshechos y hay que analizar si finalmente se está infiltrando y por ello se dé esta contaminación”.
Acotó que no puede emitir un juicio sobre si es o no el basurero que se encuentra a 20 metros del pozo, el cual está en desuso, pero no clausurado, el que está contaminando por radioactividad esta agua; “es importante continuar con la investigación que hicieron nuestros compañeros de la UAQ, Campus Juriquilla”.
