El vertido de petróleo en el Golfo de México provocado por la explosión de la plataforma Deepwater Horizon en 2010 supondrá un coste definitivo para BP de 61.600 millones de dólares (55.495 millones de euros), según ha anunciado la multinacional, que confía en que cualquier posible cargo adicional relacionado no tendrá un impacto material en las cuentas de la petrolera británica.

La factura estimada por BP incluye un cargo no operativo adicional por importe neto de 2.500 millones de dólares (2.252 millones de euros) que será contabilizado en las cuentas de la petrolera en el segundo trimestre de 2016.

"BP cree que las eventuales reclamaciones relacionadas con Deepwater Horizon no cubiertas por este cargo adicional no tendrán un impacto material en los resultados del grupo", informó la compañía, que a partir de ahora tratará las reclamaciones pendientes como parte del curso ordinario de su actividad.

El director financiero de la petrolera, Brian Gilvary, destacó los progresos significativos realizados en los últimos meses por BP en la resolución de las reclamaciones pendientes relacionadas con Deepwater Horizon y subrayó que la petrolera cuenta con "un plan claro" para gestionar estos costes.

En este sentido, Gilvary reiteró que BP prevé seguir realizando desinversiones para afrontar sus compromisos derivados del accidente, en línea con el marco financiero establecido.

El pasado 5 de octubre, BP llegó a un acuerdo con el Departamento de Justicia de EEUU y los cinco Estados del Golfo de México para resolver mediante el pago de 20.800 millones de dólares (18.740 millones de euros) las demandas civiles relacionadas con el desastre natural causado por el vertido ocasionado por la explosión de Deepwater Horizon en 2010.

En el primer trimestre de 2016, la petrolera registró pérdidas por importe neto atribuido de 583 millones de dólares (525 millones de euros), incluyendo un impacto negativo de 917 millones de dólares (826 millones de euros) en relación con el desastre del Golfo de México.